viernes, 28 de noviembre de 2008

Yo me quedo con tu olvido.


Hoy leí tu mensaje,
donde me pides las cartas
que de ti, yo tengo.
No quieres más compromiso.

Con ellas también te devuelvo
al conocernos,
mis miradas en tu escote..
Las estrellas que después,
robe de tu mirada.

Aquella tonta riña
y aquellos ocasos,
en tu compañía.
.
Te devuelvo
de la campiña tus risas...
tu revuelo junto a mí.
.
Te devuelvo el lápiz
señuelo en tu boca
anotando mis besos.

La sensación en mis dedos
de tus senos.
Los pescaditos
de tu pecho,
que terminaron
colgados a mi cuello..

Te devuelvo
tus zapatos
gastados
de la punta
por alcanzar
mis labios.

Te regreso
mi arrobo
por ti en el
campanario,
y algunas
esquivas
palomas
de nuestro desvarío.

Tus aletas, aquellas,
a nado en el mar,
de ese amor al natural.
.
Nuestro mirar al cielo,
los dibujos en las nubes.
Nuestros días
de celaje y de consuelo.

Las golondrinas
de nuestras tardes.
Tu colorete en mis camisas,
tus besos por las calles.
.
Te liberto tu condena
de atada a mi
por mis besos.
.
Le devuelvo,
entonces
el pasado,
a los antes,
de mis besos
tus ingenuos labios.

Te regreso
tus hablas
en mi oído,
escuchas,
de tu intimidad..
.
Te regreso
de mi instinto
tu efigie
que tiño tu estirpe.

No los dejo
en el extravío,
no los quiero,
te reintegro tus celos.

Hoy me dices adiós,
que olvidemos
nuestros sueños.

Por ello te devuelvo la flor,
de nuestros suspiros.
Que secó, mustia,
en nuestro libro de poesía..

Termino...
yo, me quedo con tu olvido

lunes, 24 de noviembre de 2008

¡Aquel tipo era un genio concebir un traductor de los sueños!









Me dijo: hasta un poeta lo entiende
y me explico su funcionamiento:

¡Es muy sencillo!
este electrodo y la cinta
en la muñeca izquierda.
Con guata, se emplea,
este otro en la cabeza.
Pero antes, elija la escuela
analítica, que traduzca su sueños.

Aquí una serie de psicólogos:
apunte la aguja, por ejemplo
a Jung, si usted disiente del origen sexual
de los sueños. Mire interpreta símbolos
del inconsciente colectivo y arquetipos,
a poetas místicos, ocultos o góticos.

Aquí alfred Aldler, sí ella o él
es un lírico, con sentimiento
sombrío, o de inferioridad.
Y aquí Oto... Oto Rank ,
traduce al poeta atormentado,
que si sueña y besa a su madre,
le cuenta: que no, que no, es complejo de Edipo.
.

Karen Horney, es una sintonia
ideal para las damas poetisas,
contradice su envidia del pene,
en caso de soñar con el Jin Mao,
y otros phallus... de Shanghai.

Aquí esta Lacan, estructuralista,
si, es rapsoda abstracta o matemática.
¡Si piensa triste o en rima de lluvia
melancólica, o muy, muy depresiva,
en este caso indique a Melaine Klein!
flematica, de clima frió... muy inglesa!

Por si, no es millonario y es un juglar...
que trabaja, señale a Stack Sullivan
¿Por sí sueña, que mientras labora
no consideran su lira. El aparato descifra,
del confuso sueño: que sí, que el jefe, le aprecia
y así, el ansia cesa.

Aquí el clásico de clásicos:
Freud. Los lapsus y los sueños
son realización de inconscientes deseos;
de helados, parricidios o besos.

No recomendable para poetas
gays o poetisas lesbianas.
Por eso de "Es una perversión,
la homosexualidad,
una desviación de lo estándar".

Erich Fromm, para cualquier caso de vate,
si quiere saber, más del amar y su arte.
Wilhelm Reich para los sueños, de los obreros.
¡Pero ellos, no lo pueden comprar
con esos sueldos!

.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Ya se va la rama muy agradecida






"Naranjas y limas
limas y limones
más linda la Virgen que todas las flores"

El Maestro escucho estos cánticos
que provenían de lejos... de la calle,
de las voces infantiles que se acercaban,
después oyó toquidos a su puerta.

De un viaje interior regresaron;
las memorias de su infancia, los recuerdos
de diciembre, el perfume del barrio,
los rostros en procesión de sus amigos,
aferrados a una rama del árbol de Navidad,
decorada con esferas y con cabello
de ángel. Las lagrimas humedecieron sus ojos.


"En un portalito
de cal y de arena nació Jesucristo
por la Nochebuena

Zacatito verde
lleno de rocío
el que no se tape
se muere de frío".


Resurgieron de antaño, el contento
las risas compartidas con sus compañeros,
al tocar las puertas, de los afables vecinos.
Así como la pregunta repetida y
obligada al abrirles:

¿Sí la familia quería oír la rama?,
la algarabía de todos, al oír que sí,
y su voz infantil canturreando:


"La calavera tiene un diente
tiene un diente
y la muerte tiene dos.
Señora Santana, ¿por qué llora el niño?

Por una manzana que se la ha perdido.
!Que no llore por una, yo le daré dos
una para el niño y otra para Dios!"
.
El Maestro, recogió golosinas de la repisa; 
aún con el sabor a sal de las lagrimas en su boca,
abrió la puerta, con una sonrisa de dicha,
y le agradecía a los críos, su visita.

"Si no me dan mi aguinaldo
mi aguinaldo
ya la pagarán con Dios".

Seguido de un guiño, Carlos Torre repartió dulces y amor.
.

Carlos Torre Repetto es una leyenda dentro de ajedrez mexicano
Este relato se me ocurrió pensando primero que él fue originario de Mérida
población situada en el sureste, de la república mexicana,
donde por las navidades es costumbre adornar
una rama de árbol y los chiquillos van de casa en casa, cantando villancicos.
Si la familia, les regala dulces o colación corean: " Ya se va la rama muy agradecida
porque en esta casa fue bien recibida"


Sí en donde tocan y cantan, no les dan nada. Ellos, como despedida entonan:
"Ya se va la rama muy desconsolada porque en esta casa no nos dieron nada"
o "ya se va la rama con picos de alambre porque en esta casa se mueren de hambre"

Seguramente el maestro en su niñez hizo, lo que en el relato imaginó, quizá también en su vejez. Con cariño al maestro.

A Vívi.


Me sorprendes, como la mar atrapa a los niños,
como copa la luz a una cera encendida,
a las enamoradas pupilas… a la misma oscuridad.
Como atesoran los regalos, la risa de los crios.
Como apresa a la golondrina el frió, la ceguedad al príncipe.
Como el cambio climático enajena a la tundra y al glaciar

Como apasiona a la mar, el agua dulce del rió,
Como captura la playa a las olas y la brisa a la mañana,
Como cautiva el roció al caracol, a un perro la mariposa,
como a la madre, su hijo recién nacido.
A la cascada, a su agua cristalina, lo intrépido de un salmón.

Como el viento tergiversa, la arena del desierto;
como encierra al ratón, las pupilas de un gato,
como atrapa a un insecto, la lengua larga de un batracio,
Como rodea la negrura del cielo al rayo,
como la pradera reúne y ata a las hojas del otoño.

Como acaparan y mezclan el arco iris los pájaros y los capullos.
Como enlaza al cactus, la compañía efímera de su flor,
Como atrae a las Hadas… los avellanos, los manzanos... los robles envejecidos.
Como refunfuñan sacando las uñas mininos de 20 días.

Me asombras como los retratos marinos tomados en los oscuros
a 5 mil metros, dentro de abismo del mar. Como los años luz al universo.
Como el derribo de un eucalipto, a una águila audaz o a las aves lira.
Como afierra a la lluvia el desierto,
como defiende un pato a una gansa... enamorado.

Como prenden los poemas de Vívi a los descifradores.

martes, 11 de noviembre de 2008

Había una vez un castillo en Portal, provincia de Virtual

con tantas flores, todas distintas, pero todas tan bellas
Había: Gabriela, esa flor, tan linda como las mismas asalias y las ternuras,
había Margot, esa flor, como quimera, que suben por los castillos,
como los ensueños.

Había esos frutos dulces que le gustan a los niños Claudieta,
como menta y canela y especies de India, sentimental.. de sin igual frescura.
Había Brujita esa flor delicada, linda y a su alrededor, dos de sus bellos retoños .
Monimares... flornubes de tan grato aroma como los jazmines,
de petalos como mejillas, a veces por las noches, cristales le miras, como lagrimas.

La Ciela, es bella; magnífica, delicada, notable, señera,
la miras y no quieres alejarte
de esa enramada, llena de trinos, de miel y poema.
Habia como en los cuentos lindos:
una Alejandra y una Aubriel, capullos, que si te
acercas, a ellas oyes el mar.. el ruido de sus suaves olas.

Habia una Vívi, flor de observaciones desmigajadas,
resplandecientes Como ella pocas... flor de inteligente pistilo.
Y un Rouco, como el roble, como el árbol de alma grande… igualito.
Nunca supe por la linda flor Calor de Julio se llamaba así,
porque todo el año en el jardin, se percibía su calidez
se podía ver su corola en el alba, cargadita de rocío
gotitas de alegría y esperanza, que salpica por las ventanas de mañana.

Y un árbol inmenso, mas bello, mal alto, de grandeza como sauce
donde muchos al cobijo
de su sombra se sentían alegres,
en otras ocasiones melancólicos.
Ese árbol el Tristany es muy semejante y un poco
distinto al Joan, que es como hermano para los amigos.
Es apreciado por todos, es notable, único,
no se dan por ahí… en cualquier maceta

Se olvida el Brel, varonil junco, que disfruta las mañanas, mirando al sol
por las noches de desvela en el titilar de las estrellas
Cuando pasas junto a él, escuchas
un mar de violines... un mar de caracolas.

Yo pasaba por ahí cada vez que podía y saben me volví un adicto,
por favor no, no piensen
mal… nada de lo que usa en metáfora, un ramaje de vate a destiempo.
¿Saben cuando esa melancolía del jardín me abrumaba?
Me sentaba, cerca del único pepeluche que en ese lugar existe
y me alegraba, ese arbusto, que se disfrazaba de maleza,
solo es su camuflaje, para esconder su belleza,
ahí sentado yo leia, historias,
reales de p …-censurado – y de Dio… censurado
Bueno reales, de mucha gracia, desnudas…
bellas de desnudas, como para algunos es la vida…
con tanta gracia, que me reía y me
reía, ¡como reía!.
Había un Sergio un poco lo opuesto, árbol de aroma, como el aroma
de los leales, no todos los conocen… sus pétalos arden de fiebre.
Habia un Al gantar, cuando los conoces sabes que huelen a nardos
y diluvian sobre el fértil aire.

Una Hada habitaba ahí de petalos... como alas taciturnas,
le alegraron el día.... un día, unos duendecillos.
Si mirabas al ángellus, flor bonita, en un azul infinito,
desprendía polen como besitos… de todos los sabores
El Troilo es como esos tréboles, del buen decir, de la buena ventura.
La tristitia, es una flor igual a las amigas, a las consuelas, a las poesía
tan semejantes, de tan bellas.

Ya no paso por ahí, por varias malezas,
A mi, la lía me causo urticaria y me fui…
Pero a veces, desde lejos me asomo,
veo las flores, los árboles, la enramada, las nubes…
Al tiempo, miro que el viento trae,
otras semillas, que crecen en Portal, provincia de Virtual...

martes, 4 de noviembre de 2008

Avemar.


Eso fuiste tú
mar,
hiriendo mis pupilas
de insondable azul.
Voces en mi playa,
que se arraigan y se van.

Pleamar y mar abierto.

Fuiste ave,
alba en vuelo.
Avecilla de sal,
planeando los te quiero.
Ocasos de trino,
ternura de ala en mis noches.

Llegaste a mi orilla,
anidando en mis mañanas.
Fuiste brisa
y fuiste los aromas,
en los que aún te pienso.
Fuiste colores de ave...
y horizonte.

Te fuiste,
un día entre las olas,
te extraviaste.
Nunca supe que parte
de ti era ave… era mar.
era cierto... era olvido.

A veces pienso, que aún te miro,
 En horizonte se confunde;
el cielo, la mar y tu vuelo,
en un dibujo azul.

Se apaga la tarde,
se encienden las luces...

miércoles, 22 de octubre de 2008

Ni se olvida, ni se aleja.


La cita es cada año.
en una plaza,
con sonrisa incluida
y un tierno abrazo.
Cada año vuelvo a su rostro.

En ese abrazo, en ese mimo
nos entregamos.
Me pierdo en sus ojos,
me lleno de su pelo negro,
con un beso, rozo sus labios.

La cita es todos los años,
con paseos por parajes
y en una banca sentados,
damos de comer a las aves.

La cita es cada año.
con besos tiernos en los,
parpados cerrados.

La cita es planeada
en lo días de lluvia.
No mencionamos nuestros maridajes
y nos tomábamos de la mano,
sonrojados... turbados.

Diciéndonos tantas cosas, entre lágrimas.
Entre suspiros, mirando las nubes,
mirando las gotas de lluvia, se pasan las horas.
Húmedos nuestros ojos... se dicen tantas cosas.

En el ocaso, nos decimos adiós,
y un ¡cuídate cariño!, repetimos al unísono
Los dos reímos... nos damos un beso.
Exclamamos a un tiempo ¡No te olvides de mí!
y volvemos a sonreir.
¡Hasta al proximo año amor!

Me retiro del parque, Caminando
por la calles la lluvia me moja.
Yo regreso a mi hogar,
tan alegre… tan triste.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Dibujos, acuarelas de ti




Figura tuya

trigo en mi días

sembrado


Tú alborada

luz de escaparate

canto de aves


Alas nerviosas

que absorben colores

mi colibrí tú


En mi laguna

tus nublados viajeros

agua perturba


De arboleda

resbalan gotas lluvia

rocío de plantas


En horizonte

reclinada montaña

la luna mira


Cigarra grillos

firmamento y estrellas

rompen silencio



Sella la sierra

horizonte con luna

oscuridades


Tú enramada

desordenado alud

ecos dorados


Y entretiempo

las hojas en tierra

otoño llega


Libres tréboles

vista al firmamento

suerte de yerba


Tu abandono

flamingos se elevan

mudan de cielo


Osos invernan

alba nívea la tierra

bostezos luce


En primavera

renacerá el hábitat

de mi corazón


El sol volverá

dibujos de Van Gogh

en mi interior

lunes, 18 de agosto de 2008

¡Que soledad!



Que soledad en este claro de floresta
entre los trinos de avecillas,
del reclamo de las aves.


Que soledad del viento entre los árboles,
y las hojas despeñando.


Que soledad entre el siseo de insectos,
entre el manantial sonido,
y el pasar de las nubes!

¡Que soledad... entre tus mimos y besos!

lunes, 11 de agosto de 2008

Hoy me fui a la mar...




Hoy me fui a la mar
a su olor a sal.

Conviví con las blancas
gaviotas; de puntiagudas alas,
de testas, con señales negras,
bellas e inteligentes.
Comiendo cangrejos y peces.
Ruido de gaviota
envolviendo la costa.

Hoy me fui a la mar
a su olor a sal.

Y a su arena…
piedras disgregadas.
Arena blanca...
arrefices de coral.
Arrope del viento
y de espuma.

Hoy me fui a la mar
a su olor a sal,

a percibir en su cielo,
dentro de la nubosidad...
sus círculos de azur.

Sus calmas nubes
de nieve cristales,
dispersando la luz.
A mirar a lo lejos...
a vivir los azul salobres
que con la altura se enredan.

Hoy me fui a la mar
a su olor a sal.

A mirar las estrellas
las del cielo
y las de mar.

Unas
puntos fríos, titilantes,
viento estelar y neutrinos.
Destinos de Hiparco,
estrellas en grupos
que brillan distinto.

Las otras, simetría
pentaradial.
Leyenda…
de la noche y de cielo.

Se dice que Zeus
celoso, maltrato
a la estrella,
y derrumbó su brazo,
cayó el meteorito
en la mar.

En la mar
con sal y autoestima,
escindida, se acompleta.

Tierna con Neptuno,
la mar se llena,
de sus hijas,
Si, el amor las lastima,
ellas se renuevan.

Hoy me fui a la mar
a su olor de sal,

a su noche,
a la oscuridad,
de sus olas.
A la orilla,
a su humedad, a su brisa,
a escuchar las caracolas

Volver a ser niño...
al juego y al viento.

Poesía a mi regreso, no me preguntes…
no preguntes, si te extrañe.

martes, 22 de julio de 2008


Recado de un 30 de mayo.

Sino hubiese sueño que te venciese,
sino hubiera fatiga que te rindiera
antes de sentirte mía,
si los besos míos fueran
los que al final del dia te durmieran.

Si, pudiera ser posible
que al despertarte te amara
y el tiempo que trascurrió
de la noche a la mañana
se te hubiera hecho eterno…

En fin si este amor demente
Si este desearte siempre;
encontrase en ti su eco,
si pudiese ser el fuego,
que despertara tu invierno,

si el poseerte siempre fuera
¡alegría entre dos compartida,
sol que nos fundiera!.
Si tu negación velada
o en mil forma encubiertas
a mi alma ya dañada, no la afectase en tristeza.

Si no hubiese sueño que te venciese,
sino hubiera fatiga que te rindiera.
Si el pensar en ser mía te diera energía,
para que exhausta
después de ser tuyo
me dijeras amor, vida mía
¡hasta mañana que estoy rendida!.

sábado, 19 de julio de 2008

¡Un Gabriel desvistete!.


Soñé, que cerrando los ojos me dormía y deliré
tu atavió mudaba a mil formas. Original, divina
con varios cardados, seducías con tu sonrisa,
En tus canjes de prendas y atuendos, desvarié.

Me perdí en tus negligés, muy cerca de tu ingle.
Repasando tus piernas, Tesa, transpiré y fantaseé.
Siendo tú tan terrena… te convertiste en etérea;
grácil, ligera, después deliciosa, tentadora y dulce.

Medió un salto de acto: un lecho y una toalla.
Tú desnuda recostada y tus labios húmedos
Sedienta de mí, algo musitabas. Contravine
mi voto, de ti aislarme…. con un Gabriel, desvístete.
Que soledad…en este claro de floresta

entre el reclamo de las aves,

trino de avecillas


Que soledad...

entre el crujidos de ramas

y ardillas curiosas,

del viento entre las ramas...

de las hojas despeñando.


Que soledad...

entre el siseo de insectos,

el manantial sonido del rio,

y el pasar de las nubes.


¡Que soledad...

entre tus mimos y besos!

domingo, 22 de junio de 2008

No sé, si esta invención, artilugio del tiempo, podrá:



Eclipsar todos mis yerros y extravíos,
volver a las huellas de nuestro recorrido;
a las tardes, al banco de tu primer espasmo
a nuestro amor de auto, en el ocaso,
entre luces, a tu cuerpo de primor,
al arrebato de la lluvia, a tus risas,
y a tus palabras francas, sin postizo.
Al Casino de la Selva, a tus minifaldas,
Al desnudos, cercados por caricias.
a verte dormida después del hechizo
y posar un beso, tierno en tus mejillas.
Al cariño de esa nina... de Gabriela.
Aislar el presente de añoranza, de quimeras.

domingo, 15 de junio de 2008

Miliciana de ojos azules.




El azul de tus ojos.
de antaño, dulces destellos,
recuerdos que brillan tan alto,
sin perder su fulgor.., tan lejos.

Fueron tus ojos brillo,
en amanecer libertario.
y fueron furia y relámpagos,
de incendio revolucionario.

Fueron resplandor y brillo;
viveza, temeridad y arrojo,
luz, lucimiento e ingenio;
chispa, claridad y esplendor.

Viso, lumbre,
centelleo
que termino en oscuridad.

sábado, 7 de junio de 2008

Golondrina.








Saber de ti es
despertar radiante,
reconocer el amanecer.
Y durante el café,
alegrarme el día
tu voz cristalina.

Saber de ti es
perderme
en el trabajo,
en una ensoñacion.
Evocar tu efluvio,
en pleno Saturno

Saber de ti
es a mi regreso,
saber de tu desnudez.
Es contigo, volar infinito,
perdernos
entre caricias y besos;

saber de ti,
de las formas de tu cuerpo,
de disolverse en un todo
y ex, extraterrestres
intentar regresar,
y reconocernos de nuevo.

jueves, 5 de junio de 2008

Proscritos.













Fuimos felices
en esos paseos
hoy lejanos e irrepetibles.

Recostados en el  césped
buscábamos formas a las nubes,
Fuimos tantas veces sus huéspedes,
que ya, nos conocía el color del cielo.

Solo, ayer mire al firmamento;
no eran las mismas hechuras de antaño
sus estelas, y ni por asomo
semejan estas siluetas; a tus ojos,
a eros mitológicos, o a mágicos suspiros.
De las huellas de este cielo, de su recuerdo,
me dolió saberlo; hemos sido desterrados.

lunes, 2 de junio de 2008

Despavoridos.



Este bosque guarda secretos:
el musgo sabe de nuestros besos,
el rocío, de tus ojos los misterios.
Sólo las piedras tus reservas,
de nuestros deseos los pinos.
Saben de tu aroma las flores,
las hojas secas del otoño, de tu pies,
también la hojarasca de tu entrega.
.
De nuestro susto el forestal,
detrás de nosotros,
que corríamos despavoridos...
y desnudos.

domingo, 1 de junio de 2008

Por nuestras venas el mar discurre.



Flotar de noche,
en la insonoridad,
flotar abandonados,
desnudos.
En el derroche del silencio,
flotar en total oscuridad.

Flotar mirando
adentro,
meditando,
flotar ingrávidos.
Flotar enfrentándote
a los miedos.

Flotar;
y sólo tu respiración,
flotar,
y sólo el latido de tu corazón,
flotar y olvidar,
dejar atrás razon y tiempo

Flotar, evocando
en la humedad
a la sonrisa,
al cordón umbilical.
Flotar ciegos,
en la infinidad.
-
Flotar olvidando al mundo,
desterrando rostros.
Flotar y abandonar al yo.
En lo absoluto, boyar tranquilos.
Del espacio sideral omniscios,
flotar hasta el delirio.

sábado, 31 de mayo de 2008

Eres un delfín




Eres un delfín
y, yo sin mar
sigo tus juegos.

Sin fin...
es amar
tus jugueteos,

tus coqueteos
y tu rabiar.
En fin

tu flirteos,
y este, tu no notarme,
será mi fin.

jueves, 29 de mayo de 2008

Furtivos.




Corrimos bajo la lluvia, enamorados, riendo.
Furtivos, paseamos de la mano en la llovizna,
no, huimos de ella, nos refugiamos en su brisa,

que acaricio nuestra faz, humedeciendo a dos seres.
Entre las plantas, entre los pinos, felices, fui alférez
de la alegría, al cuidado de tus ojos, no así de tus labios
que los desnude del lápiz y tiernamente les dije adiós.

Te negabas a partir, ninguno de los dos sentía el frío.
Durante largos ocho dias, todo yo, sentirá tu ausencia.
Llorando los dos, seque las lagrimas de tus ojos y miro
salir el sol, te iras a estudiar, mas no te llevaras tu esencia.

Desde lejos te miro; por la ventanilla besas a tu novio.
Al pasar el autobús, cerca de mi, te asomas, me envías
un beso y un papel doblado que recojo, dices que rabias
y entiendo tu enojo...también yo, estoy harto de ese sonso.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Sin saber porque.

Ayer distraído, te intuí,
te mire,
sin saber porque, no huí.

Ayer te oí reír
y fue ayer
que tu sonrisa vi.

Fue ayer
una sirena en mi
tu voz, que reconocí.
.
Ayer me mire
en tus ojos
negros
y esa oscuridad
alumbro mi noche.

Ayer te advertí
en mi,
y  supe,
que sabia todo de ti.

domingo, 25 de mayo de 2008

Florezca la primavera.





Domingo de amanecer;
de tu despertar al sexo,
en un cálido silencio, entre
un follaje de besos.
Motivo de recordar...de lejos;
mi primera carrera,
por alcanzar mi quimera,
mi presurosa entrega,
de niño con miedo...
Mis besos primeros.
Quizás juntos logremos;
yo mi viejos ensueños
de amarte, así por siempre.
tú, tus anhelantes deseos
de convertirte en mi parte,
de transformar en mil sueños
mis tristes realidades,
del levantarlas del suelo
para que te sean leales.
Quiero volver a sentir;
de tu pecho, el contacto
de tus pezones, erizados,
por el escalofrío, de lo cercano
y que en tu casa desierta,
sea mi miembro tu huésped
y que alrededor del lecho;
con nuestros deseos ya muertos,
florezca la primavera,
que teje de nuevo,
nuestro futuro deseo.
Futuro coito que tenga;
de ti, deseo, petición y entrega
y convertirnos en fieras
que se destrocen a besos,
y sientas de mi la fuerza
de una embestida de fiera,
que enloquezca tus sentidos;
que sintamos por dentro,
que no explota la vida.
Y, ya serenos... besarte
a los ojos vida mía:
para abrazados sentir,
como se entibia la cama.

No lo dejaba ser.



Era de esos poetas locos
que casi no escribía
y es que... con quien vivía
no lo dejaba ser;
era de esos que creía
en el amor y la bondad,
era un niño que no pudo crecer,
un ser prehistórico,
que en un mal momento
vino a nacer.
Vivía de la fantasía
que no da de comer
y penso
que un día...
moriría de viejo.

¿Punto final?

Punto;
signos de interrogación,
acento,
signos de admiración,
comillas
y comas,
dos puntos,
punto y coma,
punto y seguido.

¿Punto final?,
no, en poesía...no

Morir de amor.


Morir de amor
por orgullo
o morir
en la esclavitud,
por no morir de celos,
en un
sentimiento
de abandono.

O morir en la servidumbre.
morir de todos modos;
llorándote
o amándote.

sábado, 24 de mayo de 2008

Gracias por el cariño, la familiaridad.



Me han complacido las líneas simples
de un comentario: ¡Sabes me gusto tu verso!,
me encantan las cosas que escribes,
o ¡el escribís muy lindo y recibe un beso!.
-
A estos pocos lectores, desconocidos;
de mis dichos, de mis versos amigos,
les agradezco hacerles sentir, lo mágico
de un sentimiento... quizá lo nostálgico.
-
Cuando se identifican con el corazón roto;
se que un ser, por ahí, en un lugar remoto,
una sonrisa me brindo o una lagrima rodó
en sus mejillas al rememorar un afecto.
-
Gracias, me han echo sentir bien.

lunes, 19 de mayo de 2008

Antropóloga social.




Sucinto.

A las lineas, al poema que te envié
también respondiste por email.
Lectora asidua del viejo testamento
no supe si este, te halago o te gusto.
Tampoco me escribiste un lamento,
por no despertar sentimiento alguno

el verso en ti, solo supe y recibí
tu breve reporte de campo;
una fe de erratas, sobre los acentos,
los dos puntos, y los punto y coma, que
omití, además de una queja por lo extenso:
"para mi es como un periódico...
no sé, si terminaré de leerlo"

¡A la papelera de reciclaje
tu egocentrismo envié
!

miércoles, 14 de mayo de 2008

Su viejo amor por los perros






Su viejo amor por los perros.


"Y se corría a ochenta kilómetros por hora hacia las luces que crecían poco a poco, sin que ya se supiera bien porque tanto apuro, por esa carrera en la noche entre tantos desconocidos donde nadie sabia nada de los otros, donde todo el mundo miraba fijamente hacia delante exclusivamente hacia delante"

Sus ojos cubiertos por las lagrimas apenas distinguieron las últimas líneas del relato, regreso a las primeras paginas del cuento, que le había fascinado y sacudido su ser. Sentía ya nostalgia por lo descifrado, por lo experimentado y sentido en el transcurso de la hojas. Se repitió a si mismo: es un relato magnífico. Sin saber; sus ojos se inundaron otra vez al acordarse de los perros de su infancia, de sus juegos con ellos, por la calle, en el piso, debajo de una mesa.

Pensó en "Blanca", su perra consentida, en su madre y en el desfile de perros que ambos cobijaron a lo largo de su niñez. Perros callejeros, hambrientos, lastimeros, flacos, llenos de pulgas, de ojos tristes. Anímales todos protegidos por su madre comprensiva, que compartía su ternura de niño.

Entre los dos los bañaban. Los perros después de sacudirse quedaba igual de flacos, con una diferencia, movían la cola de contentos, dando cabriolas, salían disparados en todas las direcciones; regresando a la misma velocidad sacando la lengua, lamiéndole las manos, la cara. Con los días la fisonomía de sus perros cambiaba, engrosaban, adquirían alegría sus ojos.

"Blanca" su perra lo acompañaba todas las mañanas al colegio, en el trayecto jugaban en la calle, el animal detenía su marcha; jugando, mordisqueando la valenciana de su pantalón, a continuación, saltando se trepaba a su mochila. Entre risas, feliz, ya en la puerta del colegio, acariciaba a "Blanca" y se despedía de ella. Atrás dejaba su felicidad y su libertad, entraba al mundo dictatorial; de los premios y los castigos, de las primeras bancas, de las ultimas, de las manos extendidas, del dolor, del ardor de la vara fustigando sus palmas, ante la mirada cruel del maestro. Cuando sonaba la chicharra, señal del fin de las tareas encolares; corría dichoso, con apremio a la puerta de salida, a la calle y "Blanca" su fiel perra, estaba ahí, ladrando, esperandolo, moviendo infatigablemente su cola.

Durante la hora de la comida, levantando el mantel discretamente, deslizaba por debajo de la mesa los alimentos de su plato y un hocico cómplice e invisible se lo comía todo. Sonría secretamente, cuidando que su madre no lo sorprendiera, después al finalizar y con la aprobación y un mimo de su madre, se refugiaba con el animal debajo de otra mesa del pequeño restaurante, propiedad de su madre. Su perra lo recibía agitando su cola y lamiéndole la cara.

También recordó la tarde de un domingo que fue a la nevería de la esquina con otros niños a mirar la televisión, después de un tiempo entraron unos amigos asustados, a comunicarle: ¡Atropellaron a tu perra¡, al tiempo que corrio a su casa, no quiso creerlo. Pregunto a su madre por lo sucedido, ella lo tranquilizo: no te preocupes, hace tiempo que esta ahí en el piso echada, ¿la ves?. Recobro el aliento y un poco la tranquilidad, se acerco al animal, este se quejaba casi en silencio, la acaricio, ella volteo a verlo con una mirada triste, tierna, devolvió su cuello al piso y herida de muerte, no se movió más. Supo que "Blanca" había esperado su presencia para morir.

Aparto sus ojos de relato que intentaba releer y dejo el libro entre sus piernas, pensó una vez mas en su inseparable "Blanca" y por la razón, de haber perdido su amor por los perros. Se arrellano en el sillón y su pensamiento evoco otra visión; la de otra pérdida.

Su hermano mayor Juan hincadole inquiría y junto a los dos, su madre, intentado conciliar "Juan el chiquillo no te ha tomado ningún billete" ¡Se que lo tiene, porque no para de reír, le he buscado en los bolsillos, en los zapatos y en los calcetines, y se ríe mientras lo registro!, ¡Entre mas le registro mas se ríe!. La madre bromista replico: ¿Le harás cosquillas? , ¡Siempre lo solapas! contesto Juan y se marcho.

Su madre se acerco a él y le expresó: Juan es mayor y no le gustan esos juegos, tu eres un piñuelo de siete años ¡Dime donde esta el billete! ¿Prometes no decir mi escondite? Espero un si de su madre y metió sus manos por el cuello a través del suéter, busco en la única bolsa de su camisa. Le dio el billete a su madre acompañado de una sonrisa. ¡Pero si tu hermano te ha buscado en toda la ropa! , ¡Se ha olvidado de la bolsa de la camisa! Su madre se alegró, fue entonces que su risa se torno una carcajada infantil.

Aparto el libro, llevo las manos a sus ojos y se quito las lagrimas, aunque los recuerdos volvieron a irrumpir: el niño sollozaba en una tumba recién abierta, el frió y el viento de la tarde cortaban su cara y el aire elevaba tolvaneras. Cuatro hombres en peso, bajaban el ataúd con cuerdas, en el que yacía su hermano. Miro como la tierra cubría el féretro. Como la tierra por siempre lo separaba de su hermano. Se lleno de promesas de venganza, de fantasías crueles, para cuando fuera grande.

Las lagrimas humedecieron las hojas del libro y su cubierta, mientras otros recuerdos se descolgaron de la memoria. Rememoro los cambios sufridos en el carácter de su madre y la sobre protección que cayo sobre él, desde el deceso de su hermano; las promesas de su madre mil veces rotas, los permisos para salir con los amigos, cancelados a ultima hora. Negados con chantajes, con gritos, con letanías, con jerigonzas que duraban; hasta que el cansancio lo dormía. Revivió la confianza perdida en ella. Los secretos pasaron desde entonces a ser, eso secretos, sólo de él, jamas los compartió con ella, y eso siempre fue un dolor.

Resurgieron los rostros de los amigos que trajeron a Juan a casa; el de su madre, que acostó a duras penas a Juan, un mozalbete, alto, moreno, de 20 años. Evoco como jamás volvió hablar con su hermano, que permaneció inconsciente, con estertores agónicos hasta su muerte, la promesa de venganza que todavía no cumplía, pensó en su hermano tumbado en la cama, con el cuerpo llagado, en su lecho de muerte. Desenterró del olvido el titular del único periódico pueblerino: ¡Beatriz la asesina: Se sigue proceso judicial! Un nombre que jamás olvido. El poder, la corrupción cambio el apreciar de un juez, después la libertad de la homicida.

Fue siempre un estigma en su espíritu la muerte de su hermano, que alimento el ensueño del desquite. Beatriz manipulo diariamente a Juan; por el fin aciago de no perderlo, por conservarlo, a su lado, lo embruteció, en su desgraciada ignorancia lo entonteció; hasta terminar los rastros de su carácter, en su maldad termino enfrentando a su hermano con su madre.

La madre de Juan se entrevisto varia veces con Beatriz, le rogó que lo dejara, que no le hiciera daño, sino lo amaba y ella insolente respondio: ¡Que al títere de su hijo, se lo mandaría a casa el día que ella quisiera! y lo cumplió. Cuando el hastió llego; a causa de otro amante, un pistolero del gobernador, le dio una dosis mortal de la pócima, que a diario, en dosis progresivas le administraba.

Revivió cada una de las llagas del cuerpo de Juan y sintió odio; el mismo que destrozo a su madre, por tanto a su mundo de amor por las calles, por sus perros que tanto amaba, que termino con su libertad. Un niverso de amor que desapareció, por una infeliz.

Beatriz permanecía secuestrada: en un cuarto, sin poder salir del mismo, con alimentos sobre la mesa. Con pucheros que todos los días le eran ofrecidos, por la mañana y por la tarde. Beatriz desmejorada y angustiada los veía sobre la mesa. Su olor excitaba su jugos gástricos y la sensación de mordedura punzante en su estómago. A pesar de su hambre atroz, no se atrevía a comerlos y decidía sufrir otro día más de atroces retortijones, penando de inanición, antes que probar la aromática comida.

Asió el libro, se refugio, en su lectura. Finalizo una vez más el relato de Cortazar, que lo había introducido sin saber el porque, en el mundo de sus recuerdos. Volvió la cabeza con fastidio al oír el quejido, miro a la mujer enflaquecida, demacrada, quebrantada y sin fuerzas, atada por una cadena sujeta al tobillo. La vio temblorosa acercarse a la mesa; la vio recoger un plato, con sus manos sucias, devorar el alimento, atragantarse. Sabiendo que lo que consumía contenía toloache.


La vio engullir con hambre, hasta el hartazgo los provisiones del día. Después del festín, mirándola de frente reconoció y disfrutó el miedo y el odio que centelleaba en la mirada de Beatriz. Complacido volvió al libro, a perderse en su lectura, a dejar que dos minutos se convirtieran en quince minutos. Oyó los ladridos de los perros, que sueltos en el patio, impedían cualquier intento de fuga o la intromisión de cualquier extraño.
.
Pensó en las llagas que pronto le saldrían en la piel, a todo el cuerpo de la anciana, en su agonía... sintió que volvía su viejo amor por lo perros.

sábado, 10 de mayo de 2008

Te escribo.


Te escribo
después de tanto tiempo
por tratar de recuperar el gusto de hacerlo
que al perderte, también destruí.

Cuando veo la foto de nuestra hija
con mi hija, -donde tan bellas,
tan pequeñas, tan tiernas
están sentadas en el césped
y Gabriela, come de las manos
de Lourdes alguna golosina-
recuerdo mis sentimientos escritos detrás de la foto:

Mis hijas
ternuras tan distintas
alas libres cada una
inocencia compartida
en sus juegos.

Caras amadas
que lloran
por no lavarse las manos.
Migajas de amor compartidas,
ternura que alimenta a la otra.

Bellas hijas mías.
Cuando gritan
alegres al verme
¡papito!,

Y vuelvo a ser niño
al encontrarme,
sin pena, me seco
mis lagrimas.

Cuando miro esa foto vuelvo al pasado
y no se de quien fue la culpa
de nuestra desunión, pero lo añoro.

Cuanto tiempo desde aquel verso
-30 de mayo recado- dejado en la mesa
del departamento, de aquel cuarto,
que ocupábamos a ratos,
¡que bellos, que tiempos aquellos!
escuchábamos en el volkswagen
a los Ángeles Negros.

Aun recuerdo el dispensario,
y a la beata con rosario
aquella que pasmada
miraba persignada, tu minifalda.

El "Naranjito" los sopes, la malteada.
Nuestro amor en el coche.
Al hacerse de noche
arrancaba el auto y oyendo a Serrat
en tu casa puntuales, antes de que dieran las diez.
Hubo en mi lenguaje palabras dichas a ti
perdidas, que nunca repetí

En este espacio
evoco tu femineidad, tu figura, tu rostro,
tu porte, tu elegante forma de vestir
tu "con fecha tal..."
quedan cosas que algún día
con valor las tendré que escribir
o decírmelas a mi.

En este espacio recuerdo de ti: una foto,
un dibujo y una carta.
Quiero decirte después de tanto
tiempo, que siempre te quise.

Tú cambiaste,
por tantos rechazos,
por tanto quererte, huí de tus brazos.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Ayer apague los rescoldos.



Ayer apague los rescoldos que de ti aún crepitaban,

del fuego,
de ese tonto chiquillo
que tanto te quiso.

Del merodeador
de tu parque
y de tu calle,
del sitiador
y reo
de tu aula
solo por
robarte un beso.
--
Del conserje
de portón,
resguardando
del colegio tu salida.
Del niño
tierno
que aún
te mira.
-
Del romántico
charlando
contigo
en los recreos.
Extraviado
en los ojos
de tu rostro,
vuelto del
ensueño, por la chinchara
que anuncio,
el fin de nuestro asueto,
de ese breve encuentro.
-
Del tórtolo
a la salida del colegio,
que alcanzo cerca del parque, tu
paso presuroso.
De quien por tu calle corriendo
te grito, saliéndosele el pecho;
mis sentidos ¡Te quiero!
--
Del incipiente
casanova,
declarándote
su amor.
Eenamorado
del color
de tu tez
y de tu rostro,
--
del confundido,
y nervioso,
que te vio
desaparecer,
llorando
y con enojo
detrás de la
puerta
de tu casa,
-
Del ineludible
imberbe
que
te oyó
decir que no,
del turulato
que vio
como un día
rompías,
sin leerlo,
su poema
su ternura.

Del ateo
que ante
tu pena
por la muerte
de tu hermana,
por única
vez flaqueo,
y en su velorio
por su
resurrección,
crédulo
ofreció su vida.
-
Del arrobado
por tu rostro,
en secundaria,
que miró
en tu mirada,
"los te quiero"
que en tu mirada,
miraba otro.
-
Los mismos
"Te quiero".
Los mismos,
que antes
en tu mirada,
mis ojos vieron.
--
Del muchacho
en vacaciones,
jugando
en la cancha
entretenido,
alejado de ti,
sol, pelota y olvido.

Que de pronto;
cesaba su juego,
giraba la cabeza,
latiéndo su pecho,
porque te intuía,
sin explicarse
el como,
pero así ocurría,
verte pasar
por la calle.
-
Del eterno
enamorado,
del asiduo
a la sala
de tu casa.
Del cortejador,
con tu
hermana mayor
de por medio.
---
Del niño, después
adolescente
que por la Navidades
en tu hogar
se hacia presente.

Sabia el tiempo
exacto
porque por ti,
se tornaba distinto
el olor, de otro
 azul el color del aire
-
Del chambelán
de los 15 años,
de tu amiga
Maricela,
del que
quiso ser
tu pareja.

Adlátere
que una
noche
estrellada
te llevo
después de
una fiesta
a tu morada
--
del danzarín
soñador
de esa noche
de recordar
contigo.
Que siendo
tu la mar,
cercano a ti bailo
como un delfin.
-
Del risueño
del
feliz,
del bienaventurado
esa noche
después
de
tu beso.
-
Del desengañado
a los
días,
por tu
cuitado
juego
del gato y del ratón.
-
Del desolado,
que con
Tere
fue un gitano
¡entre unos
ojos bellos...
tan azules!
o con la italiana,
que ronroneando
entre sus
bellos senos,
intento el olvido.
-
Del ser
que nunca
te tuvo,
como
amiga
o como
novia.
-
Del alumno
de medicina,
que intento de
nuevo tu conquista.
Suspenso por ti,
no se presento
a la prueba de
disección
y anatomía.


De tu confesor
en aquel patio
del monasterio,
quien saboreo
tus besos
y se enteró
que tu terapeuta,
traiciono la ética.
y enamorado de ti,
salir con él, cediste.

Del desconsolado;
que te busco
una madrugada
por el rumbo
de San Angel.

Del desalado
en la gran ciudad,
que en una calle solitaria
en tu regazo, liberó
suspiros y de lagrimas
la mar.

Del ser que años
después, por
tu  invitación,
y sin concurrir,
pensó en ti, el día
de tu boda.
-Equivocada, unión
con tu analista-
sin presentar
-que ironía-
su examen,
a pasar
la psiquiatría.

Del medico
bígamo,
que
casada tú,
relaciones
tuvo
contigo.

Del ser que
entendió,
en esa cama,
en esa
sexualidad
por fin tu egolatría.

Calé
ayer apague
los rescoldos
que de ti
aún crepitaban.

domingo, 4 de mayo de 2008

Oscuridad de mi casa.

Carine
oscuridad de mi casa

Carine del espacio,
yo tenia la llave
de tu nebulosa,
pero te alejaste...
tan de deprisa

Anticuaria.


Fuiste conmigo atroz

solo pieza en tu ajedrez

me nombraste alférez

de un naufragio. Feroz


eres en tus venganzas.

Disparare mi arcabuz,

venceré tus plazas,

izare mi pendón ¡cachafuz!.


No sabré de tus proezas

no diré mas me hechizas,

buscare otros regazos,

fiel me haces pedazos.


¡Hoy decido calabazas

ve con quien me remplazas!.

Migajas de pan


Cuarto que ocupamos a ratos

donde compartimos lo nuestro.

Cuarto cubierto con carteles de amor,

de amor cubierta tu piel

y abierta tu sed

cuarto que poco a poco

se ha cubierto de miel,

de migajas de pan

y nutrido a los dos.

martes, 1 de abril de 2008

Mari Carmen


Abril y mayo tu nombre,

con sabor a travesura

a peligro,

a la firmeza de tus senos.


A tu grito de te quiero

apagado por la lluvia

sobre el coche

torrencial y cómplice.


Abril y mayo

ligado por siempre a tu nombre

y a la nostalgia futura.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Adrian amor niño.

Amor,
después de
recién nacido.
In útero
amor.
Niño te quisimos.


Amor te brindamos
después de concebirte
recién supimos de ti
invadimos la alegría.
Amor
niño sentimos por ti.



Amor, muerte
después de
recién nacido

invitaremos de nuevo al amor
amor
niño.


Amor entre nosotros
después de tu entierro.

Recibimos a la tristeza
imágenes,
amor
niño de ti.

domingo, 16 de marzo de 2008

Adrian.



Adrián

Como quisiera que
estuvieras dormido,
como quisiera que en algunos minutos,
en tus ojos la vida volviera,
como quisiera arrullarte
y decirte: duerme amor mío.

¡Como quisiera volverte amasar
y con un soplo volverte a la vida,
con un beso, con un grito!.

Te quise al desearte, te quise al verte
en el vientre de tu madre crecer,
te quise al saber,
que nacerías antes de tiempo
y nunca sospeche tu muerte.

Te quise al verte,
al ver tu cara de rasgos finos,
con el pelo y los ojos de tu madre,
la blancura de tu piel
y el pequeño tamaño de cuerpo.

Te acaricie y acaricie tu muerte.
Te quise Adrián
y quise tu nombre.
Te querré en el recuerdo,
te querré en mis sueños,
y te veré crecer.

Dilema.



Quisiera saber
eso es
quisiera saber;
si mi aliento
es tu alimento,

si somos
un pensamiento,
unísonas
lagrimas,

Animados
cuerpos fatigados,
locura
hermosa aventura.

O angustioso
despertar;
rama
que se quiebra,
cometa
sin hebra,
dependencia
sin piedad,

Destrucción
de una edad.

Quiero hacer un poema



Sabes quiero hacer un poema:
de tu boca,
de tus lindos, bellos ojos,
de tu lengua vibrante juguetona,
infatigable y húmeda,
del ronroneo en el amor de tu cuerpo,

de esa forma de moverte,
de tu forma de perderte,
del sabor de tus besos en mi boca,
de la forma de tu cuerpo,
de tus senos,
de tu vientre,
de tu húmeda,
de tu grito.

Un día... un día haré el poema
Hoy confórmate con un te quiero.

sábado, 15 de marzo de 2008

Ser tu sol.

Ser tu sol

yo la abeja

tu la flor.


de tu primavera

yo el cantor,


tu mi voz,

yo tu anhelo,


tu mi ave

yo tu cielo


tu la sierra

yo el venado


tu la tierra,

yo la lluvia.


Juntos una tregua

alejados de la guerra.

Hace tiempo
en tus ojos ardió
mi pasión
en fuego se consumió
todo ese amor
y de las cenizas
surgió este ser
que hasta ayer, fui yo

Aroma.





Soy la flor que comparte a la abeja


soy rosa que hiero con mi espina


Aroma que evoca


risas y desengaños.


-Sí, aún así te quiero.

viernes, 14 de marzo de 2008

Alesha.



Dejé atrás los sentimientos viejos anidados en mi mente al oír su voz preguntado por los objetos que en mi tienda se mostraban. Alesha, alesha, le nombra su madre, siempre caminando detrás de ella. Convencido que ese era su nombre, lo memoricé después de que las dos salieron. En la noche sin poder dormirme, mordía su recuerdo, intentando que no se fugaran de mi memoria sus ojos azules, zafiros destellantes, así como su sonrisa. Me recreaba con su imagen en la oscuridad de mi cuarto.

La volví a ver al otro día, entró a la tienda y atrás su madre. Se iluminaron mis ojos, se dirigió a los cosméticos y le enseñó a su madre las uñas postizas, de las que se había prendado en su visita anterior. Ésta le decía dulcemente Alesha, yo tímido me acerque preguntando: si ese era su nombre y las dos rieron. Aun recuerdo el momento y su risa de manantial. ¡No, no! - me aclararon- te equivocas. Alesha significa: te gusta ó lo quieres. Yo también reí y le regale las uñas.

Cambie mi pueblo triste, abandonado, por sus propios habitantes, condenado a la holganza y a la suciedad de sus calles, a sus paredes descarapeladas, viejas y descuidadas, por la alegría de verla a ella, en los caminos. Siguiendo su silueta bajo un sol ardiente, conformándome con ver su figura a lo lejos.

¡Alesha, Alesha! la llamaba. Alesha sonreía, sus mejillas se encendían y los destellos de sus ojos al mirarme, me despertaban la juventud dormida. Nunca pensé sí fue sensato lo que hice, fue un impulso, le hice caso a mi intuición. Antes de conocerla mis días eran monótonos, sin ninguna alegría, llenos de rutina y autodestrucción, encerrado en las paredes de mi almacén, atendiendo a los mismos fantasmas de siempre, con mi mismo mutismo; recurriendo a los mismos monosílabos. Por las tardes observaba a las decenas de aves, chillando, anidando en los árboles. Temerosas del ritual de sombras, que se avecinaba.

Fue el destino que me procuró sus ojos, que sonreían siempre, yo únicamente seguí mi instinto, abandoné todo: mi negocio, mi casa, y a mi pueblo. Fue verla y enamorarme, supe que ella sería mi felicidad, fue... verla y tornarme un vagabundo. Me embriagó la irresponsabilidad de ser feliz.

Me llenaba de alborozo distinguir su particular forma de vestir, su porte, sus atuendos largos, escotados, a la usanza antigua. Nos sentábamos en alguna banca, de algún parque, me sostenía la mano entre las suyas. Y yo sentía mi angustia deslizarse por entre mis dedos y perdela, en sus mimos. Rastreando mi palma, me musitaba quimeras, sueños... adivinando.

Me sentía ligada a ella por siempre, porque siempre había esperado lo sucedido, que me despertó de mi letargo, de mi indiferencia, observando por la tardes, al sol morir, sin sentir más que tedio; por otro día más en mi vida.

Me miraba en sus ojos y me perdía, para volver a ser niño recién nacido, ella me camelaba, entretejía mi pelo, después acercaba su voz a mi oído, cucuruqueándomelo, y sentía el escalofrío que me producía la humedad de su lengua; ya sin distinguir sus cuchicheos. Nos decíamos adiós y presurosa partía, me indicaba a donde irían. 

No era por falta de dinero que me rechazaban los padres de Alesha. Su abuela sí me quería  "es un poco calavere" le decía a su nieta refiriéndose a mí y Alesha me lo relataba, en nuestros recuentros y sonreíamos  No me importaba el dinero, lo había ganado a pulso, toda una vida de trabajo de sol a sol, ahorrando, sin darme un buen tiempo para comer, haciéndolo en la tienda, de pie, siempre con las interrupciones de los clientes.

Después de un año la besé. Fue su primer beso y mi primer beso, quiero decir: mi primer beso enamorado, seducido por su aura, perdido por su belleza. Tembloroso como un niño con miedo, deslicé mi mejilla por la suya, hasta alcanzar sus labios y me estremecí con la humedad de su boca, después del beso, note el rocío que hacían más claros sus ojos, océanos de mirada sumisa y anhelante, de la que salí siendo bueno como el pan, como ella quería: "Pero si tú eres mas bueno que el pan. Su copla.

Después de la primera negativa de darme su mano, intente de nuevo, volví hablar con su padre ¡No, no tengo nada contra usted, se ve que usted es un buen hombre! ¡pero las costumbres, somos tan distintos, nosotros no podemos permitirnos perder a Rocío! -que era su verdadero nombre- ¡ la adoramos!. Yo, insistía en que podían verla cuando quisieran y en este punto siempre, por su furia se cortaba la conversación.

Yo me disfrazaba y desde lejos la contemplaba, algunas veces lavando y recogiendo la ropa, otras jugando con los niños del campamento. Fue una situación muy dolorosa, recorriendo caminos, sierras y valles, siete largos meses de espera, de pesadumbre, de consumirme enamorado y de hondas ojeras.

Fue en una playa de Mazatlán, se veían confiados pensando que yo había olvidado mis propósitos. La vi alejarse de ellos y la seguí. Ella me presintió. ¡mi payo! -dijo- y alegre corrió hacia mi, nuestras lenguas jugaron en nuestras bocas, después de tan larga abstinencia. Me dio la noticia: sus padres habían comprometido a Rocío, la casarían en contra de su voluntad.

Eso es todo: ahora me dedico a vender autos, yendo de aquí para allá, a donde quiera el destino, con mi Rocío, con mi Alesha, con mi gitana, de pueblo en pueblo y ella en la noche me lee la mano, haciéndome cosquillas, después con una sonrisa de niña picara me pregunta ¿Alesha? y apagamos la luz de las velas, con un soplo, oyendo los violines del viento, en nuestra tienda de campaña.

Lo mismo que a la libertad.


Tu eres ala que vuela al mundo
yo serenidad, experiencia tranquila
que segura navega.

Tu eres ola inquieta, vibrante
que al viaje lo hace aventura
borrasca, amenaza, insegura.

Te quiero en mi puerto,
con una ancla en mi y vuela segura
te amo lo mismo que a la libertad.

Tus fracasos,
mis fracasos,
los fuimos tirando,
como la hojas, el otoño al río
que al pasar
oía las quejas de los dos.

En un abrazo muy tierno, a media tarde
en el murmullo del río y de los trinos,
vi tus lagrimas resbalar, acaricie tu pelo,
con toda mi ternura te seguí abrazando
queriéndote por siempre consolar.

En tus ojos dorados el sol era el rival
en tu rostro bello, tu boca
parecía un atardecer encendido.
En un momento fue una bella comunión
después, después, vino la confusión.

La ilusión la trajo la mañana con tu vestido azul
y en el ocaso de la tarde se perdió.
Tus fracasos, mis fracasos
volvieron hacer mis fracasos, tus fracasos
y en la noche, solo se quedo el río.

Desde luego para mi.



Eres (desde luego para mi)
inmensa, noble y bella
como un bello amanecer,
como un río fresco,
de corriente clara
hermosa agua brotando,
manantial inacabable y sereno.
Sitio donde me refugio,
donde pierdo el miedo,
lugar ávido de mi amor.

Al viento grito te quiero


Eres (desde luego para mi)
lugar poblado de trinos,
de colores, de tierna brisa,
de inmensidad oceánica y profunda
donde se pierde mi naufragio.


Eres eco que repite mi voz

Eres (desde luego para mi)
casa abierta a los amigos,
casa llena de sol,
de puertas abiertas,
sin rincones, ni secretos,
con sabanas limpias blanqueadas de amor


Eres (desde luego para mi)
pan y vino en vida,
música que comparto y disfruto,
árbol de inmensa sombra,
donde me siento noble y bello
y mis lagrimas son
de inmensa alegría
al sentirme parte de tu paisaje.

jueves, 13 de marzo de 2008

Reproche.



Te oigo lluvia

caer en racimos.


Dormido te percibí,


oí el susurro de viento,


oí el sonido de las hojas,


la sinfonía de la lluvia,


al caer en el follaje,


como amante violento,


con su gama de ruidos acuáticos;


en las ramas,


en las piedras,


en las charcas,


en el cauce que por la pendiente corría,


en las azoteas,


en la tinas,


en los vidrios de las ventanas.


Después tu torrencial ceso,

se torno una pertinaz y fina lluvia.


¿Porque te oigo lluvia

y no me dices nada?



¿Porque te oigo lluvia

y no inquietas mi pecho?


Quedó el sonido del río cuesta abajo,


sobre lo verde,


sobre el aroma,


oí el croar y a los grillos


y me quede dormido.