miércoles, 26 de marzo de 2008

Adrian amor niño.

Amor,
después de
recién nacido.
In útero
amor.
Niño te quisimos.


Amor te brindamos
después de concebirte
recién supimos de ti
invadimos la alegría.
Amor
niño sentimos por ti.



Amor, muerte
después de
recién nacido

invitaremos de nuevo al amor
amor
niño.


Amor entre nosotros
después de tu entierro.

Recibimos a la tristeza
imágenes,
amor
niño de ti.

domingo, 16 de marzo de 2008

Adrian.



Adrián

Como quisiera que
estuvieras dormido,
como quisiera que en algunos minutos,
en tus ojos la vida volviera,
como quisiera arrullarte
y decirte: duerme amor mío.

¡Como quisiera volverte amasar
y con un soplo volverte a la vida,
con un beso, con un grito!.

Te quise al desearte, te quise al verte
en el vientre de tu madre crecer,
te quise al saber,
que nacerías antes de tiempo
y nunca sospeche tu muerte.

Te quise al verte,
al ver tu cara de rasgos finos,
con el pelo y los ojos de tu madre,
la blancura de tu piel
y el pequeño tamaño de cuerpo.

Te acaricie y acaricie tu muerte.
Te quise Adrián
y quise tu nombre.
Te querré en el recuerdo,
te querré en mis sueños,
y te veré crecer.

Dilema.



Quisiera saber
eso es
quisiera saber;
si mi aliento
es tu alimento,

si somos
un pensamiento,
unísonas
lagrimas,

Animados
cuerpos fatigados,
locura
hermosa aventura.

O angustioso
despertar;
rama
que se quiebra,
cometa
sin hebra,
dependencia
sin piedad,

Destrucción
de una edad.

Quiero hacer un poema



Sabes quiero hacer un poema:
de tu boca,
de tus lindos, bellos ojos,
de tu lengua vibrante juguetona,
infatigable y húmeda,
del ronroneo en el amor de tu cuerpo,

de esa forma de moverte,
de tu forma de perderte,
del sabor de tus besos en mi boca,
de la forma de tu cuerpo,
de tus senos,
de tu vientre,
de tu húmeda,
de tu grito.

Un día... un día haré el poema
Hoy confórmate con un te quiero.

sábado, 15 de marzo de 2008

Ser tu sol.

Ser tu sol

yo la abeja

tu la flor.


de tu primavera

yo el cantor,


tu mi voz,

yo tu anhelo,


tu mi ave

yo tu cielo


tu la sierra

yo el venado


tu la tierra,

yo la lluvia.


Juntos una tregua

alejados de la guerra.

Hace tiempo
en tus ojos ardió
mi pasión
en fuego se consumió
todo ese amor
y de las cenizas
surgió este ser
que hasta ayer, fui yo

Aroma.





Soy la flor que comparte a la abeja


soy rosa que hiero con mi espina


Aroma que evoca


risas y desengaños.


-Sí, aún así te quiero.

viernes, 14 de marzo de 2008

Alesha.



Dejé atrás los sentimientos viejos anidados en mi mente al oír su voz preguntado por los objetos que en mi tienda se mostraban. Alesha, alesha, le nombra su madre, siempre caminando detrás de ella. Convencido que ese era su nombre, lo memoricé después de que las dos salieron. En la noche sin poder dormirme, mordía su recuerdo, intentando que no se fugaran de mi memoria sus ojos azules, zafiros destellantes, así como su sonrisa. Me recreaba con su imagen en la oscuridad de mi cuarto.

La volví a ver al otro día, entró a la tienda y atrás su madre. Se iluminaron mis ojos, se dirigió a los cosméticos y le enseñó a su madre las uñas postizas, de las que se había prendado en su visita anterior. Ésta le decía dulcemente Alesha, yo tímido me acerque preguntando: si ese era su nombre y las dos rieron. Aun recuerdo el momento y su risa de manantial. ¡No, no! - me aclararon- te equivocas. Alesha significa: te gusta ó lo quieres. Yo también reí y le regale las uñas.

Cambie mi pueblo triste, abandonado, por sus propios habitantes, condenado a la holganza y a la suciedad de sus calles, a sus paredes descarapeladas, viejas y descuidadas, por la alegría de verla a ella, en los caminos. Siguiendo su silueta bajo un sol ardiente, conformándome con ver su figura a lo lejos.

¡Alesha, Alesha! la llamaba. Alesha sonreía, sus mejillas se encendían y los destellos de sus ojos al mirarme, me despertaban la juventud dormida. Nunca pensé sí fue sensato lo que hice, fue un impulso, le hice caso a mi intuición. Antes de conocerla mis días eran monótonos, sin ninguna alegría, llenos de rutina y autodestrucción, encerrado en las paredes de mi almacén, atendiendo a los mismos fantasmas de siempre, con mi mismo mutismo; recurriendo a los mismos monosílabos. Por las tardes observaba a las decenas de aves, chillando, anidando en los árboles. Temerosas del ritual de sombras, que se avecinaba.

Fue el destino que me procuró sus ojos, que sonreían siempre, yo únicamente seguí mi instinto, abandoné todo: mi negocio, mi casa, y a mi pueblo. Fue verla y enamorarme, supe que ella sería mi felicidad, fue... verla y tornarme un vagabundo. Me embriagó la irresponsabilidad de ser feliz.

Me llenaba de alborozo distinguir su particular forma de vestir, su porte, sus atuendos largos, escotados, a la usanza antigua. Nos sentábamos en alguna banca, de algún parque, me sostenía la mano entre las suyas. Y yo sentía mi angustia deslizarse por entre mis dedos y perdela, en sus mimos. Rastreando mi palma, me musitaba quimeras, sueños... adivinando.

Me sentía ligada a ella por siempre, porque siempre había esperado lo sucedido, que me despertó de mi letargo, de mi indiferencia, observando por la tardes, al sol morir, sin sentir más que tedio; por otro día más en mi vida.

Me miraba en sus ojos y me perdía, para volver a ser niño recién nacido, ella me camelaba, entretejía mi pelo, después acercaba su voz a mi oído, cucuruqueándomelo, y sentía el escalofrío que me producía la humedad de su lengua; ya sin distinguir sus cuchicheos. Nos decíamos adiós y presurosa partía, me indicaba a donde irían. 

No era por falta de dinero que me rechazaban los padres de Alesha. Su abuela sí me quería  "es un poco calavere" le decía a su nieta refiriéndose a mí y Alesha me lo relataba, en nuestros recuentros y sonreíamos  No me importaba el dinero, lo había ganado a pulso, toda una vida de trabajo de sol a sol, ahorrando, sin darme un buen tiempo para comer, haciéndolo en la tienda, de pie, siempre con las interrupciones de los clientes.

Después de un año la besé. Fue su primer beso y mi primer beso, quiero decir: mi primer beso enamorado, seducido por su aura, perdido por su belleza. Tembloroso como un niño con miedo, deslicé mi mejilla por la suya, hasta alcanzar sus labios y me estremecí con la humedad de su boca, después del beso, note el rocío que hacían más claros sus ojos, océanos de mirada sumisa y anhelante, de la que salí siendo bueno como el pan, como ella quería: "Pero si tú eres mas bueno que el pan. Su copla.

Después de la primera negativa de darme su mano, intente de nuevo, volví hablar con su padre ¡No, no tengo nada contra usted, se ve que usted es un buen hombre! ¡pero las costumbres, somos tan distintos, nosotros no podemos permitirnos perder a Rocío! -que era su verdadero nombre- ¡ la adoramos!. Yo, insistía en que podían verla cuando quisieran y en este punto siempre, por su furia se cortaba la conversación.

Yo me disfrazaba y desde lejos la contemplaba, algunas veces lavando y recogiendo la ropa, otras jugando con los niños del campamento. Fue una situación muy dolorosa, recorriendo caminos, sierras y valles, siete largos meses de espera, de pesadumbre, de consumirme enamorado y de hondas ojeras.

Fue en una playa de Mazatlán, se veían confiados pensando que yo había olvidado mis propósitos. La vi alejarse de ellos y la seguí. Ella me presintió. ¡mi payo! -dijo- y alegre corrió hacia mi, nuestras lenguas jugaron en nuestras bocas, después de tan larga abstinencia. Me dio la noticia: sus padres habían comprometido a Rocío, la casarían en contra de su voluntad.

Eso es todo: ahora me dedico a vender autos, yendo de aquí para allá, a donde quiera el destino, con mi Rocío, con mi Alesha, con mi gitana, de pueblo en pueblo y ella en la noche me lee la mano, haciéndome cosquillas, después con una sonrisa de niña picara me pregunta ¿Alesha? y apagamos la luz de las velas, con un soplo, oyendo los violines del viento, en nuestra tienda de campaña.

Lo mismo que a la libertad.


Tu eres ala que vuela al mundo
yo serenidad, experiencia tranquila
que segura navega.

Tu eres ola inquieta, vibrante
que al viaje lo hace aventura
borrasca, amenaza, insegura.

Te quiero en mi puerto,
con una ancla en mi y vuela segura
te amo lo mismo que a la libertad.

Tus fracasos,
mis fracasos,
los fuimos tirando,
como la hojas, el otoño al río
que al pasar
oía las quejas de los dos.

En un abrazo muy tierno, a media tarde
en el murmullo del río y de los trinos,
vi tus lagrimas resbalar, acaricie tu pelo,
con toda mi ternura te seguí abrazando
queriéndote por siempre consolar.

En tus ojos dorados el sol era el rival
en tu rostro bello, tu boca
parecía un atardecer encendido.
En un momento fue una bella comunión
después, después, vino la confusión.

La ilusión la trajo la mañana con tu vestido azul
y en el ocaso de la tarde se perdió.
Tus fracasos, mis fracasos
volvieron hacer mis fracasos, tus fracasos
y en la noche, solo se quedo el río.

Desde luego para mi.



Eres (desde luego para mi)
inmensa, noble y bella
como un bello amanecer,
como un río fresco,
de corriente clara
hermosa agua brotando,
manantial inacabable y sereno.
Sitio donde me refugio,
donde pierdo el miedo,
lugar ávido de mi amor.

Al viento grito te quiero


Eres (desde luego para mi)
lugar poblado de trinos,
de colores, de tierna brisa,
de inmensidad oceánica y profunda
donde se pierde mi naufragio.


Eres eco que repite mi voz

Eres (desde luego para mi)
casa abierta a los amigos,
casa llena de sol,
de puertas abiertas,
sin rincones, ni secretos,
con sabanas limpias blanqueadas de amor


Eres (desde luego para mi)
pan y vino en vida,
música que comparto y disfruto,
árbol de inmensa sombra,
donde me siento noble y bello
y mis lagrimas son
de inmensa alegría
al sentirme parte de tu paisaje.

jueves, 13 de marzo de 2008

Reproche.



Te oigo lluvia

caer en racimos.


Dormido te percibí,


oí el susurro de viento,


oí el sonido de las hojas,


la sinfonía de la lluvia,


al caer en el follaje,


como amante violento,


con su gama de ruidos acuáticos;


en las ramas,


en las piedras,


en las charcas,


en el cauce que por la pendiente corría,


en las azoteas,


en la tinas,


en los vidrios de las ventanas.


Después tu torrencial ceso,

se torno una pertinaz y fina lluvia.


¿Porque te oigo lluvia

y no me dices nada?



¿Porque te oigo lluvia

y no inquietas mi pecho?


Quedó el sonido del río cuesta abajo,


sobre lo verde,


sobre el aroma,


oí el croar y a los grillos


y me quede dormido.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Castañuela


¡Castañuela

Ole

castañuela!

del flamenco sonar
que es tu risa.

Risa que brota de dentro
música española, tu
carácter en mi vida.

¡Que suerte tiene mi vida!



¡Que suerte tiene mi vida!
a poco estuve de perderte
de conocerte no haberte.

Me imagino el verte
y es el gozo de mi mente.
De esa gente que me advierte
y de intrigar hace deleite,

de esa gente, quisiera de repente,
si rencores, tuvieran mi suerte;
por que yo no cambio por nada
esta gloria de quererte.

Construir una botiqui.















Vamos a construir una botiqui





donde vendamos papalotes de colores





Papalotes: triangulares, cuadrangulares,





que abarquen todas las formas,en palomas, en banderas libres,





flotando al viento





Venderemos símbolos de libertad





surcando el cielo,





a precios bajos al principio





Claro, después cualquiera podrá entrar





y llevarse uno, volarlo y gozar la libertad.

martes, 11 de marzo de 2008

Yo era el viento.





Te pense parte de mi naturaleza
en ese azul triste cuando muere la tarde.

Pense que eras ese follaje,
ese árbol que mueve el viento
alborotando sus hojas.

Ese árbol lleno de nidos
chillantes y alegres
poblando mis sueños.

El árbol es fiel
solo es para el viento
el único que lo hace vibrar,
sentirse tal alto.


Llore, había lagrimas,
había tanta agua para su sustento,
faltabas tu
y, yo era el viento.

.


Conocí mi infancia
en su piel de prívamera
y sin miedo al regaño
me he ido de pinta
por sus redondeadas veredas.

En sus formas,
en su manera fácil de darse
y de por amor estregarse,
el camino perdido recobre.

De ese fuego vivificador
de abrazos y besos
al encontrarme, soy
Fénix que resurge
de las cenizas que dejaste


Sol


llave


con


muchos


rayos


Notas


sus


reflejos

Tarde de lluvia pertinaz.




Las gotas tamizan la luz
en estos recuerdos oscuros.

Cristalinas frases tan tuyas
dichas en el deseo fugaz
en una tarde de susurros
donde yo fui el avestruz


Otro cuerpo ocupo hoy
en un eslabón de soledades.

Tres minicuentos





Razón de Estado.

 ¡ Estoy harto de todo esto ¡ de negar y ocultar nuestra relación, de la misma rutina, tener que cambiar mi semblante, fingiendo interés, por escuchar sus mitómanos relatos sobre: Aladino, Ali baba o Simbad, aparentar el caer en un sueño profundo y por fin al abandonar Scerezada mi habitación , sigilosamente correr como un loco a la tuya, a tus brazos; ¡Eunuco de mi corazón!

Mirada de amor

Después de caminar juntos por el bosque, con las manos entrelazadas, nos sentamos en el borde de la fuente. Te miré a los ojos, sucedió como un juego, queriendo que tu mirada adivinara mi enamoramiento. Absorto en tu rostro, oía a los lejos, el sonido manantial del agua y tu voz preguntando: ¿Estas bien? ¿¡que tienes? Sin perder tu mirada, mis ojos te sonreían, te gritaban que te quería. Moría por que intuyeras, mi deseo por tu ternura, por un beso tuyo.

Y hoy maldigo el estar aquí furioso, amordazado, atado, entre estas cuatro paredes acolchonadas gritando en silencio:  ¡Estúpida!



Tu marido psicoanalista te esperaba para cenar.


En la oscuridad del lecho, en la deslumbrante desnudes de tu cuerpo, después de mi ternura, de mis caricias que procuraron tus sensaciones voluptuosas. Después de las transformaciones de tu cara por la intensidad de tu orgasmo, en la tibieza de las sabanas y de tu cuerpo, aún arañando y apretando al mío, sentenciaste: ¡Sí, no lo sentiste no es mi culpa! y con prisa te dirigiste al baño.

Piropo






Te
voy
gritando



¡Ole salero!


y
ese
tu
señorío,



lo
van
mercando
tus ojos,



por
un


¡guapa
te
quiero!

Profilaxis.



Locura:


el pensar perderte



Fidelidad:


profilaxis terapéutica

compartida entre los dos.

¡Vamos!



¡Vamos:
a ser felices,
a negarse nada,

volver a ser niños,
y elevar cometas,
gritar, reir a carcajadas,
correr en el cesped,
volar y darse!

lunes, 10 de marzo de 2008

Otoño.



¿Te acuerdas de las hojas cayendo en el otoño
cubriendo al bosque de dorados ruidos,
nuestro caminar tomados de la mano?


¿Recuerdas querida nuestros dias juntos
siendo tu para mi el amor,
sabiendo que de tu boca los te quiero
eran tan de verdad?


Hoy en el invierno recuerdo tu presencia a través de la ventana.

Gitano.



Sé que me hirió;
fue el verano en su esplendor,
su olor, tu presencia,
el color de tu mirada,
tu cuerpo. Me hirió tu nombre.

Hoy soy un gitano
por tus ojos,
perdido en su azul infinito,
que me araña, que me incita.

Mañana será una larga nostalgia,
un inmenso un salvaje deleitarse.
Yo aún recordaba el ayer,
hoy eres parte de el.

Lluvia.



En tu lejanía

eres:



¡lluvia



de pretéritas tardes,



frías, melancólicas y tristes!.



En tu proximidad

eres:



¡ Furia



de tormenta



gritando: te quiero,



tu ser,



tu cercanía. ¡

Los dias que no te veo.




Los días que no te veo
son días perdidos,
perdidos de sol,


perdidos,
de lluvia, aburrición y tedio
y con mi alma desolada deambulo,
vegeto, toda actividad
cesa.

Pero al verte eres
alba que resplandece en mis días,
risa que mueve mis labios, sitio que ocupo
espacio que habito,
bello refugio donde olvido
al mundo y su ruido.


Hoy.







Hoy no puedes hacerme daño, hoy me encuentro solo,
en el bello mes de abril, con el calor, con el bochorno
de las primeras gotas de lluvia, alejado de ti.

Yo a veces té extraño; la lluvia no, ni siquiera
te conoce, jamás quisiste correr entre ella,
nunca lavo tu maquillaje.

Ayer entre sueños te besé, te dormiste con mis caricias...
aquellas las del final del día ¿recuerdas el poema?

Después me veo contigo paseando por el parque;
nos sentamos en la banca, la de tu primer orgasmo,
a continuación llueve, te cubre un blanco y hermoso
vestido de novia, guardando las apariencias.
Yo de frac... ¡ver para creer!

Quiero guardar el paraguas, te opones.
Es una noche de reflectores,
tamizando y coloreando una lluvia fina y pertinaz.

Mi deseo es caminar a tu lado, tirar la sombrilla
besarte, sentir el agua fresca, humedecernos.
Cientos de sombras atentas a nosotros te lo impiden
te opones, el que dirán.
Siento una boda muy triste, en un jardín muy verde

De pronto todo se convierte en lluvia;
y tu y yo reímos abrazados, girando entre ella,
mirándola caer desde las alturas,
a través de la luz, diminutas luciérnagas;
miles de gotas finísimas, brillantes, cayendo
haciendo crecer la humedad de nuestros cuerpos.


Despierto, pasan los días y no vuelvo a soñarte.
no volverás hacerme daño,
solamente té vivo en sueños placenteros.

Me gusta oirla caer.




Su sonido me inquieta
Me despierta recuerdos
y melancolía.


Me gusta oírla caer acompañada del viento
oir sus claridades,
sus ruidos
al contacto con la tierra.


Me gusta el olor que despierta en ella,
me gusta su cristalino deslizarse,
su llamado en la ventana.


Me gusta la lluvia...
me gusta oírla caer

Una caridad.



¿Por qué
me aisló,
me amargo y
me engaño,
no queriendo ver mi futuro?

¡ Una caridad
para este
pobre ciego ¡

Pintas de niño.






No me inspiras
ni un verso


pensarlo...
parece ya un rezo.


y, de esos... retos
aburridos


con pintas
de niño


huía yo
de ellos.

domingo, 9 de marzo de 2008

Ayer vendí mi libertad.



Ayer vendí mi libertad
me enamoré.

Volemos juntos el cometa,
dos libertades unidas
que se lanzan al reto.

Yo soy el cordel, tú eres la niña.

viernes, 7 de marzo de 2008

Te quiero, te quiero



En una mañana de sol
¡Te quiero, te quiero!
gritaba él chaval
y ella una niña corría también

Regreso solo,
no comprendió su llanto,
su rabia, su miedo, su rechazo.


Sí antes en el galanteo,
en sus ojos que hacían
tan bello su rostro,
se asomaban “los te quiero”

Tiempo después entendió a una
religión y a una madre aún más severa.