Ahí estaba yo, como el horizonte,
entre el mar y el cielo,
Como arena, entre olas de ocaso y olvido,
entre el vuelo de los pájaros en regreso.
.
Ahí estaba yo en aquella penumbra
de constelaciones brillando,
ahí en la noche, con el cielo claro,
cuando leí tu adiós .
-
Me quede ahí entre el sonido,
de élitros de grillo,
de timbales de cigarras.
Entre añoranzas.
Entre la lluvia,
que después desataron las centellas.
Ahí permanecí...
lavando mi alma, en la llovizna.
Por eso, no te extrañe.
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