viernes, 14 de enero de 2011

El azul del aire de Diciembre.





Cuando fui niño, ya sabía por mis sueños
de mi apego por tu voz y por tus rasgos.
Sabía de tu calle, esclavo a las oscuridades
y a las formas que destejen y tejen esta vida
como en el poema de Borges.

Por cortejarte, me negaron tus labios
-por consideraciones religiosas-
los te amó, que nacían de tus ojos,
en un ir y venir de paradojas.
.
En mis reminiscencias (aún todavía)
en los meses de Diciembre,
al innovarse el azul del aire,
mi corazón en taquicardia,
camina por tu calle y por tu estancia.

De retorno, por el parque miro
correr en lagrimas a una niña,
que tiene tu misma cara.

Y un chiquillo se subleva a la

ultima vez y nunca más y olvido,
como en el poema de Borges.

miércoles, 12 de enero de 2011

Lluvias.


Si pudiera regresar el tiempo.

Me quedaría con la lluvia,

con aquella donde tú y yo

Lourdes corríamos hasta tu casa,

mojándonos, terminando empapados

y dándonos un beso.


Me quedaría con la lluvia

de esa tarde, en la penumbra del automóvil,

que con un solo impermeable por ropa,

me deslumbraste con tu cuerpo María Esther


Me quedaría con la lluvia ensordecedora y cómplice

en que oí tus gritos de te quiero Mari Carmen,

la lluvia de tu orgasmo,

la lluvia de lunares de tu cuerpo.


Las otras lluvias tristes las dejaría:

las de mi infancia triste; mirando a través de la ventana,

montado en la corriente, alejarse a mi barco de papel.

El día lluvioso en que murió mi hijo. 

Tristes lluvias.

domingo, 2 de enero de 2011

Yo aún recordaba el ayer.




Sé que me hirió,
fue el verano en su esplendor. .
sus aromas, tu presencia,
la luz de tu mirada,
tu cuerpo.




Sobre todo,
me hirió tu nombre.
.
Hoy soy un gitano
por tus ojos,
perdido en su azul infinito,

que me araña, que me incita.




Mañana será una larga nostalgia,
un inmenso, un salvaje deleitarse.