domingo, 16 de noviembre de 2008

A Vívi.


Me sorprendes, como la mar atrapa a los niños,
como copa la luz a una cera encendida,
a las enamoradas pupilas… a la misma oscuridad.
Como atesoran los regalos, la risa de los crios.
Como apresa a la golondrina el frió, la ceguedad al príncipe.
Como el cambio climático enajena a la tundra y al glaciar

Como apasiona a la mar, el agua dulce del rió,
Como captura la playa a las olas y la brisa a la mañana,
Como cautiva el roció al caracol, a un perro la mariposa,
como a la madre, su hijo recién nacido.
A la cascada, a su agua cristalina, lo intrépido de un salmón.

Como el viento tergiversa, la arena del desierto;
como encierra al ratón, las pupilas de un gato,
como atrapa a un insecto, la lengua larga de un batracio,
Como rodea la negrura del cielo al rayo,
como la pradera reúne y ata a las hojas del otoño.

Como acaparan y mezclan el arco iris los pájaros y los capullos.
Como enlaza al cactus, la compañía efímera de su flor,
Como atrae a las Hadas… los avellanos, los manzanos... los robles envejecidos.
Como refunfuñan sacando las uñas mininos de 20 días.

Me asombras como los retratos marinos tomados en los oscuros
a 5 mil metros, dentro de abismo del mar. Como los años luz al universo.
Como el derribo de un eucalipto, a una águila audaz o a las aves lira.
Como afierra a la lluvia el desierto,
como defiende un pato a una gansa... enamorado.

Como prenden los poemas de Vívi a los descifradores.

1 comentario:

Claudieta dijo...
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