viernes, 30 de enero de 2009

Lluvia color jacaranda.



Las copas de los árboles meciéndose,
disminuyendo el tibio calor de esa tarde,
por el rumor que nos traía el viento fresco.
.
Tu y yo juntos, estrechándonos,
bajo una lluvia de flores color jacaranda.
Cayendo por el piso, alrededor nuestro.

Las olfativas señales. El azul del cielo,
combinándose con los amenazadores,
tonos de gris, la furia impensada del viento.

La luz surcando el cielo, el atronador ruido
y el estallido de la fabulosa lluvia,
humedeciendo nuestros rostros,
los diferentes y vividos colores,
de las flores y de las plantas.

Recuerdo tu rostro,
el viaje a tus bellos ojos,
mi regreso al aroma de la tierra.

Fue una bella tarde de armonía.
Debí morir ese día, que en soledad hoy recuerdo.

1 comentario:

Joan Tristany dijo...

Es que dibujas tan bien con estos vesos.
creas ambientes tan agradables, historias tan soñadas.

Me ha encantado este poema.

Un abrazo

Joan