miércoles, 16 de octubre de 2013

La melancolía del abuelo.



Vi al abuelo, mirar al horizonte. ¿En que piensas? le dije.


En el silbato del afilador y la manivela del organillero
en las buenas personas que conocí: en los serenos,
en Paco, el vendedor de globos, en Manuel el ropavejero,
en Ruben el picapedrero, en los cocheros, los faroleros
en los repartidores en burro, en el huevero, el molinero,

 y en Miguel el sastre, o en Julian el cahatarrero.
 muertos ya, todos ellos. 
Recuerdo mis amores con las lavanderas.

Me habló del labrantío; de los aldeanos, de la buena gente lanzando las mies.
De la reja rompiendo la tierra, de los campos, de la yugada, 
de los bueyes; 
de la yunta y su yugo, su uñir en la labor, del sudor en su cuerpo.

Cuando la escasez, de los pastos, comiendo, el ganado ramón.
Me habló del herrén, de los manojos, de la media de trigo, de la hacina... de la panera,
De la poda de los arboles, con macha o podona afilada, de la parva y de la era.

Rememoro la mancera; el mandileto de las borregas. 

Pienso, me dijo, en tu abuela, mujer tan bella en el hilar,
en su rueca y en el uso. Cuando los fríos, con toquilla vestía tu abuela.
Pienso en aquellas noches cubriéndonos con tapabocas.
También en tu padre y sus primeros dientes,
untándole rescaño, para aliviar su escozor.

Fueron tiempos, idos, muy duros y bellos..

Me di cuenta que en el campo de sus ojos, los rastrojos,
habían echo llorar al abuelo.

Le di un abrazo, un beso y me fui.

1 comentario:

Ío dijo...


Ha sido precioso leer, encontrar aquel tiempo del pasado de la mano de tu abuelo.
Y que hermosas estas líneas .... "Me di cuenta que en el campo de sus ojos, los rastrojos,
habían echo llorar al abuelo..."
Me ha encantado, gracias gracias.
Abrazos.

Ío