domingo, 6 de marzo de 2011

Cuando en las noches me acuesto




Cuando en las noches me acuesto
la almohada pregunta
y las sabanas insisten:
¿cómo es ella?
y no me dejan dormir
si no les contesto.

Pues verán comienzo,
como contando un cuento:
Sus ojos dos caramelos
donde brillan dos risas
y el conjunto de su cara
semeja una niña.

En esta parte del relato
sienten ya celos
pero disimulando me dicen
¡relata, relata!

Su cuerpo es bello y
ligero con un andar travieso,
y como ustedes tibios sus senos,
hermosos y firmes,
que a ella me atan.

¡ Y es alegría
que invade mis sueños!
¡Alegría su boca
con todos sus besos!

¡ Alegría su cuerpo
oro puro
que mueve señero!

¡ Y alegría su piel
agua fresca, brisa suave
que ahuyenta mi hiel!

¡ Ay sabana y
esa manera de ser,
ese vivir,
ese ser florecer,
donde olvido mi tristeza!

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