sábado, 21 de marzo de 2009

En este cuarto.




En este cuarto tan tuyo y tan mío,
hemos compartido paz y orgasmos.
Este cuarto ha sido nuestro niño
dando sus recuerdos los primeros pasos.

Lo alimentamos con ternura y
lo hemos visto crecer, con cariño
le dimos sentido y libertad.

Siempre le preguntamos y nos
interesa su futuro de amor compartido.
Es tan indefenso... tan confiado, que se le
agregan cosas y las creé.
No ha aprendido a engañar.

Tiene tanto interés por saber,
que no le debe faltar tu amor,
sin él crecería torvo, reprimido... amargado,
la tristeza lo envolvería...
y dirían; ¡Que cuarto tan triste¡

2 comentarios:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...la tristeza es un don posesivo te invade y hace de ti lo que la vida arde...un fuerte abrazo jose ramon.

Gabriel Capó Vidal dijo...

Hola José


Gracias por comentar.