
Furtivos, paseamos de la mano en la llovizna,
no, huimos de ella, nos refugiamos en su brisa,
que acaricio nuestra faz, humedeciendo a dos seres.
Entre las plantas, entre los pinos, felices, fui alférez
de la alegría, al cuidado de tus ojos, no así de tus labios
que los desnude del lápiz y tiernamente les dije adiós.
Te negabas a partir, ninguno de los dos sentía el frío.
Durante largos ocho dias, todo yo, sentirá tu ausencia.
Llorando los dos, seque las lagrimas de tus ojos y miro
salir el sol, te iras a estudiar, mas no te llevaras tu esencia.
Desde lejos te miro; por la ventanilla besas a tu novio.
Al pasar el autobús, cerca de mi, te asomas, me envías
un beso y un papel doblado que recojo, dices que rabias
y entiendo tu enojo...también yo, estoy harto de ese sonso.
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