
Todavía
te vivo en mis alegrías
y en el día a día,
rasgo a rasgo, te dibujo.
A veces tu recuerdo
alza el vuelo, parece que se distancia.
pero gira, regresa y se arremolina,
tu aguafuerte en mi juicio.
Todavía
mi voz se quiebra,
al ir a la mar y mirar,
ver en el, tu silueta
de retrato de boda.
Todavía
refresca a la salina brisa;
el viento de tu pintura,
lo bello de tu sonrisa,
tu rumor de caracola.
Todavía
Mi ser dosifica tu fragancia
en mi laberinto de ensueños
y en los ocasos que miro…
Todavía
después de tantos años
de tanto desierto y de tanta distancia.