jueves, 4 de septiembre de 2014

Vuelvo a su rostro



Vuelvo a su rostro, cada otoño,
risueño, dichoso, con taquicardia;
le confío, secretos, sonrisas
y tiernos abrazos.

En esos mimos,
nos entregamos
y retornan a nosotros
recuerdos y brisas.

Con un beso rozo sus labios.
Me pierdo en sus ojos,
y me hiere el olor de su pelo.

Paseamos por parajes
y en una banca, sentados,
damos de comer a las aves.

La cita es de besos tiernos,
y parpados cerrados.
No hablamos de nuestros maridajes.

Miramos las gotas de lluvia, 
ella acaricia los vellos de mi brazo,
mientras sus palabras me envuelven.

¡Con cuanta nostalgia
la humedad de nuestros ojos
se cuentan  sus cosas!

En el ocaso decimos adiós,
un no te olvides de mí
y nos damos un beso.

La miro alejarse.
Regreso a mi hogar,
tan alegre, tan triste.

Caminando por la calles
la lluvia repite su nombre.

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