Soñé, que cerrando los ojos me dormía y deliré
tu atavió mudaba a mil formas. Original, divina
con varios cardados, seducías con tu sonrisa,
En tus canjes de prendas y atuendos, desvarié.
Me perdí en tus negligés, muy cerca de tu ingle.
Repasando tus piernas, Tesa, transpiré y fantaseé.
Siendo tú tan terrena… te convertiste en etérea;
grácil, ligera, después deliciosa, tentadora y dulce.
Medió un salto de acto: un lecho y una toalla.
Tú desnuda recostada y tus labios húmedos
Sedienta de mí, algo musitabas. Contravine
mi voto, de ti aislarme…. con un Gabriel, desvístete.
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