martes, 26 de agosto de 2014

Enamorada de un botón




Esta abertura coqueta, ovalada.

 con hilo doble, bien cosida

se moría por un botón:

negro, brillante y redondo

Orgullosa, siempre lo lucia

abotonado lo justo.


Como sucede en la vida

el botón se descosió y se extravió.

¡Cuanto la hendedura lloró, al sentirlo perdido y

cuanto se odio!

Al tiempo, lo encontró,

¡pero fue alegría de poco rato!

Lo miró en otra blusa,

en un ojal ambarino.

Moraleja: siempre hay un ojal que recibe a cualquier botón.

Los días que no te veo





Los días 

    que no te veo 
          son días perdidos, 
                       perdidos de sol, 
                                      perdidos, 
                                               de lluvia, 
                                                       aburrimiento y tedio

Y, con mi alma 

             desolada deambulo, 
                                    vegeto, 
                                         toda actividad cesa. 

Pero al verte eres; 

                         alba que resplandece en mis días, 
                                                          risa que mueve mis labios, 

sitio que ocupo 

                 espacio que habito, 
                                  bello refugio donde olvido 
                                                               al mundo y su ruido.
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viernes, 8 de agosto de 2014

Si pudiera regresar el tiempo.






Si pudiera regresar el tiempo.

Me quedaría con la lluvia,

con aquella, donde tú y yo

Lourdes corríamos hasta tu casa,

mojándonos, terminando empapados

y dándonos un beso.


Me quedaría con la lluvia

de esa tarde, en la penumbra del automóvil,

que con un solo impermeable por ropa,

me deslumbraste con tu cuerpo María Esther


Me quedaría con la lluvia ensordecedora y cómplice

en que oí tus gritos de te quiero Mari Carmen,

la lluvia de tu orgasmo,

la lluvia de lunares de tu cuerpo.


Las otras lluvias tristes las dejaría:

las de mi infancia triste; mirando a través de la ventana,

alejarse, montado en la corriente a mi barco de papel.


El día lluvioso en que murió mi hijo. 

Tristes lluvias.