martes, 19 de noviembre de 2013

Días de prisión



Esos días grises, de lluvia,
con sabor a despedida.
Eso días de nostalgia,
y de niñez.


Días de añoranza
por los colores idos,
por los amores,
perdidos,
sin saber, ya nada de ellos.

Días de tristeza
que se cuelan
en el alma.

Días de niebla,
en que la desolación
te abruma.

De esos días de poetas,
de leerlos,
sin alivio.

lunes, 18 de noviembre de 2013

13 de mayo de 1903






13 de mayo de 1903


¡Tengo tanto que contarte, tantos proyectos!
He pensado tanto en el nombre para el capitán,
pero por fin me he decidido por Nemo. 


¿Recuerdas que te conté de él
un señor polaco cuyas hijas 

han sido violadas y su mujer asesinada a hachazos?

¡Pues Hetzel insiste en que sean rusos! 

He disfrutado tanto el idear el Nautilus.

Estoy tan satisfecho: la Atlántida
el Mar Rojo, las islas de la Polinesia,
las costas del Lejano Oriente, el Mediterráneo.
¡Ah y lo que ideado: las escafandras
autónomas de buceo, los fusiles de balas eléctricas,
las máquinas para producir aire respirable!

Hoy recibí una carta de mi padre.
¡El mismo regateo por el dinero 
ya te contaré la serie de sandeces que me escribe!

Como me gustaría enviarte un email,
chatear contigo o enviarte mensajes de amor
a cada momento por medio del celular. 

No vayas a reír. Ni te pongas a pensar 

 que me estoy volviendo loco. 
¡Esto sucederá: Avec un clic de la souris!

¡Que hice, he manchado la carta!
disculpa que la envíe así. No tengo más ganas de escribir. 


Te ama Jules.

Carece de importancia este poema,




Carece de importancia este poema,
es fútil...

No hay novedad en la reseña.

¡Es tan trivial!

Requeriría de la intimidad de uno mismo.
¿Y a quien hoy, le importa?

Ni cuentan, ni se aprecian;
los amaneceres y el crepúsculo,
el crecimiento de la espiga,
o el ruido del viento.

¡Nadie se ocupa de mirar a la luna
en las prisa citadina!

¡Es tan insípido, este poema!

domingo, 17 de noviembre de 2013

¡Que Cucujaidea!




Hoy salí al camino
esperando que lloviera.
En el firmamento el sol,
y un cielo límpido.

Me dije a mí mismo: ¿De qué escribiré?

¡Nada de nostalgias, Gabriel,
ni del otoño que se aleja,
por lo de las hojas y añoranzas!

¿Del firmamento gris, del invierno?
¡Ni pensarlo, proclive soy a las tristezas!
Seguro menciono; bancas y parques.

En eso estaba cuando miré una lagartija
y pense... sí, que es un tema ese, pensando en Hallie
inmediatamente, le puse un tilde a pensé

Miré una Catarina, con su coraza roja
sus dos antenas y sus lunares oscuros.
Que Cucuja idea me dije, y la subí a mi dedo.
Pero, por más que no quise, debí realzar;
"mariquitas", "vaquitas", "chinitas",
como les dice el pueblo. Puras asonancias

¿Mariposas? ¡Eso es, un poema
sobre insectos! Pero, en eso, chispeó,
las lagartijas huyeron, la catalina voló.
Las hormigas partieron en hileritas.

Con una alegría inmensa, olvidé el tema;
me mojé, me empapé, me impregné,
me duché, en la cristalina agua,
y la bebí, giré... decenas de vueltas di.

¡Me reproché: mi regreso a las asonancias!

¡Pero para mí la lluvia, es más que solo lluvia.
Y la asonancias… asonancias.


Posdata:  Los coccinélidos (Coccinellidae) son una familia de insectos coleópteros de la superfamilia Cucujoidea

jueves, 14 de noviembre de 2013

Las mañanas en el jardin




Convivencia con fobias

Miraríamos con malos ojos a los psiquiátricos,
las únicas prisiones que transigiríamos
seria, ser de nuestras mente presos;
y nada de cintas brunas,
y nada de impaciencia,
y nada de cordura,
ni de climas fríos.

Aborreceríamos ser de nosotros
sordos mudos o ciegos
No abriríamos sobres, 
no abrigaríamos preguntas sin respuesta.
Disfrutaríamos, claustrofóbicos, 
de nuestras puertas abiertas.

Toda la vida nos mentiríamos
para saber así, cuanto nos amamos, que serían verdades.
Tan cerca estaríamos… para sentir nuestra ausencia.

En casa y en los alrededores, 
dejaríamos señales, para perdernos.
Para tus corazones !compraríamos tantos álbumes!
también para versos y así conjugar 
Tu… Tú el desierto… yo el oasis
Con mi… de tu primavera, yo el cantor,
Con tu….Tú el tallo… yo la rosa.
Con mi… Tú mi voz, yo tu anhelo,
y ser tu sol, yo la abeja, y tú la flor.

Filmaré nuestra boda en blanco y negro.
Al revelar tu imagen serás icono... 
en el equilibrio, de mi cuarto oscuro.

Me iré al aeropuerto a que me digas miles de adioses,
lleno de besos. Sin que lo sepas;
tornare. Cuando no me esperes, tocare a la puerta,
serán mis mimos, mis besos, tu sorpresa.

Todos lo días, serán hoy, sin acordarnos del ayer
En casa tendremos, quijotes, de sentidos idos, ojerosos
y videntes cupidos, sonrosados, sin carcaj, ni flechas
En nuestras noches nos perderemos en nuestros ojos,
nos encontraremos en nuestras bocas.
Sin cielo, ni purgatorios revolotearan nuestras almas,
en la guerra de los cuerpos, entre sabanas.

Tendremos, un buró y encima una botella
con un barco dentro, con velas a lo alto...
por si acaso. Con cajones, llenos de manzanas.
En nuestras noches tendremos, papagayos y loros
que al otro día, a toda costa, tendremos que acallarlos.

Cada mañana, la tibieza de nuestros cuerpos, los avivara la aurora.
la fresca alborada, activara a nuestros pies, fuera de la colcha.
Despierta tú, te besare en la boca,.
Cesaras de ser niña, cada amanecer.
Seré luz de faro, día diáfano. Mar acometiendo tus arenas,
sin hablar, te tendré noticias, de carabelas;
de mundos nuevos, de coral y de arrecifes… 
Buenas nuevas de almíbar y de sal.

Después de un desayuno de besos,
en ese cuarto tan tuyo y tan mió tendremos obligaciones,
lo limpiaremos de la miel y de las migas.

Pasaran lo días, los meses y los años
Todas las mañanas, en el jardín.
sabré que ciertamente eres un colibrí... del que me enamoré.


viernes, 8 de noviembre de 2013

El efecto mariposa.







Sentado en el sofá mi perro

Midas, mordía el periódico.

Me enfada tanto aúllo y roídas.


¡Como se urde una historia!


Tú y tu hija idean salir de compras.

Aquella tarde abordarías un tranvía.

Y del faldero yo huiría.


¡Una centella, un ruido atronador

y el cielo se vino abajo!

Doble la esquina y te vi.

Al frente de ti

me saluda una niña rubia.


Cruzando riveras,

raudales, sin calcetines;

tú de mi reías, tambien,

prendida a ti, la flor de tus entrañas.


¡Se baten las alas, se apiñan tres vidas


Hoy el cuento reinicia:

había una vez, un ser feliz

que con una dama vivía,

y con un ángel por niña.


¡Con un crío por nacer! ¡Que no darías,

por este nuevo nido… y por el mismo perro!

jueves, 7 de noviembre de 2013

La censura



Sabe usted, yo ejerzo mi derecho
de empleado burocrático.
Solo critico,
lo que a mi parecer,
no concuerda conmigo.

Tijeras y fotogramas
antes trabaje en el cine.

Lo que a mi no me parece
y no  se ajusta a lo que pienso
¡pues lo cierro.
faltaba más!
¡A la celda las replicas,
preferible es la clausura!

Despedazar y tachar
antes trabaje en la prensa.

Por cierto cuando critico
ortografía y acentos,
fiscalizo con MAYÚSCULAS
y me olvido de las comas.
¡Eso les produce un… pánico!

Interferencia y anuncios antes laboré en la radio 


Me llamo Ju - Lia. Hoy trabajo en un portal de letras
me levanto muy temprano .
Casi, ni me desayuno
por buscar el yerro,
o las fallas del otro en mi ciberespacio. 


¡Acata mis ordenanzas y te permitiré publicar
Y SI NO TE VAS!.

En tu piel




Fue en tu bello hombro, tu primer tatuaje.
El dibujo de un pequeño corazón.
recuerdo que me dijiste:
te quise grabar en mi piel.
Asentí, con una caricia y un guiño.
No lo niego; me aduló el detalle,
de estar mi memoria, por siempre en ti,
a flor de piel.

Recuerdo que durante nuestro amor,
me excito el grabado y mordí tus labios
y mordí tu hombro, entre roces, locuras,
humedades y besos. 


Me sorprendiste esa noche de luna, 
al mirar en tu espalda desnuda,

aquel árbol del pecado.
Lo reconozco; grandioso,
con tan bellos matices.

Un dibujo precioso,
recuerdo tu bella voz
que ingenua preguntó:
¿Te gusta mi tattoo?
lo hizo un artista de la polinesia.

Desnudos entramos de lleno al juego;
de mirar y ser mirado,
a nuestro deseo de saber.
Saber ser y saber ver.

Mi perplejidad y enfado
termino, en lujuria, entre las sabanas.
Lo juraste por mi: ¡Ni un tatuaje nuevo,
ni así... ni así, de pequeñito!

Pero tu ansia de rebeldía y transgresión,
de inclusión y pertenencia,
derrumbo mi mundo...
no el tuyo,  porque este se transformó
en erotismo atávico y dolor.


Siguió: aquel gato con alas,
nuestras iniciales, el pato
canadiense que amaste en tu niñez,


¡Que distante ese tiempo;
de tu bello cuerpo,
y de tu clara piel,

del rostro del que me enamore!

Grabaste en tu dermis, un mundo externo,
interiorizado en tu piel, proyectado al afuera. 

Te hundiste, en el  placer, de grabar tu piel, 
de la cabeza a los pies.

Me olvidaste y me convertí en fetiche
inserto en tu piel, al que agregaste
piercings en orejas, ombligo y nariz.

Hoy, no te reconozco.
Entre figuras te fui perdiendo.

En mi desesperanza, no sé, quien soy.
Miro hoy tu foto… de adicta a la tinta
y fenómeno de circo.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Me sorprendes


Me sorprendes, como atrapa el mar a los niños,
como atrapa la luz, una cera encendida,
a las enamoradas pupilas.

Como atesoran los obsequios, la risa de los críos.
Como apresa a la golondrina el frío, la ceguedad al príncipe.
Como el cambio climático enajena a la tundra y al glaciar
como apasiona al mar, el agua dulce del río,

Como captura la playa a las olas y la brisa a la mañana.
Como cautiva el roció al caracol, a un perro, una mariposa,
como a la madre, su hijo recién nacido;
como a la cascada, a su agua cristalina, lo intrépido del salmón,

como la arena del desierto, el viento que la tergiversa, 
como encierra al ratón las pupilas de un gato,
como atrapa a un insecto, la lengua larga de un batracio,
como rodea la negrura del cielo al rayo.

Como la pradera reúne, ata a las hojas del otoño.
Como acaparan y mezclan los colores del arcoíris,
 los pájaros, los peces y los capullos.
Como enlaza al cactus, la compañía efímera de su flor,
como atrae a las hadas los avellanos, los manzanos y los robles envejecidos.

Como refunfuñan sacando las uñas mininos de 20 días.
Me asombras, como lo hacen los retratos marinos tomados en lo oscuro,
a 5 mil metros, dentro del abismo del mar.

Como el derribo de un eucalipto al águila audaz
y a las aves lira. Como la lluvia al desierto, que la afierra.

Como defiende un pato a una gans

sábado, 2 de noviembre de 2013

Tan pronto el sol pensaba en ti.



Tan pronto el sol pensaba en ti.




Por tu boca, en ensueños


me engullía las mañanas.


A sorbos los mediodías,


delirando por tu rostro.




Pensar en ti, tan pronto el sol.




Al verte jugueteaba el corazón.


Tú en mí, en todos los ocasos,


por los te quiero de tus ojos.




Tan pronto el sol, pensar en ti.




Por tu amor aguardaba en la calleja.


¡Ahí sin ti... con luceros y luna!


¡Qué niño fue mi amor,


a tus ojos… siempre prendido!




Tan pronto salía el sol pensaba en ti.

A olor de amantes.



Te fui queriendo


como fui queriendo a tantas.


Como a tantos me olvidaste,


como a tantas te recuerdo.


Tu recuerdo es más reciente,


esta impregnado de tu cuerpo,


y del olor a amantes.


Del color café de tus ojos


salí húmedo y a salvo.

A través de la ventana


¿Te acuerdas de las hojas cayendo en el
otoño cubriendo al bosque de dorados ruidos,
nuestro caminar tomados de la mano?

 ¿Recuerdas querida nuestros días
juntos siendo tú, para mí el amor, sabiendo que de tu boca los te quiero
eran tan de verdad? 

Hoy en el invierno recuerdo tu presencia a través de la ventana.