martes, 25 de mayo de 2010
A la mar no la conocia.
Ojos bellos
como la mar.
A la mar no la conocía,
y a ti ya.
En mis noches
tu rostro bello,
como un lucero.
Tu piel canela,
como mi sino
Un día, que fueron
noches, tus labios
adiós me dijeron…
y no volvieron las olas,
ni regreso la espuma,
ni nunca volví a tus ojos.
Hoy vivo…
vivo, solo en el llano.
Ojos bellos
como la mar.
A la mar, no la conocía
y a ti ya.
jueves, 20 de mayo de 2010
Enamorada de un botón.
Esta abertura discreta, ovalada
bien cosida y arreglada.
Se moría por un botón:
Negro, brillante y redondo
Orgullosa, siempre lo lucia
justo abotonado.
Como en la vida pasa
el botón se extravío.
Perdido… lo lloró.
¡Cuanto la abertura
se odio!.
Al tiempo, lo encontró.
¡Fue alegría de poco rato!
Lo miró en otra blusa,
en un ojal ambarino.
Moraleja: siempre hay un ojal que recibe a cualquier botón.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)